La medicina y la literatura tienen una estrecha
relación desde hace siglos. No son pocos los escritores que han fraguado
narrativa en cuya trama figuran personajes que ostentan la profesión de
Hipócrates. ¿Cómo olvidar El extraño caso
del doctor Jekyll y el señor Hyde, de Robert Louis Stevenson? ¿Cómo olvidar
al Dr. Watson, compañero, amigo y narrador de peripecias de Sherlock Holmes, el
famoso detective creado por la pluma de Arthur Conan Doyle? Estos son sólo dos
casos célebres y populares de los muchos personajes con el título de médico que
deambulan entre las páginas escritas por monstruos de la letras de todo el
orbe, entre los que también se encuentran Molière, Balzac y Bernard Shaw.
Además, existe un importante grupo de literatos: los médicos escritores.
Algunos de los más destacados son Antón Chéjov, el mismo Arthur Conan Doyle,
William Somerset y Pío Baroja. En nuestra región se encuentra un médico
escritor con una obra narrativa que muestra la vida de los habitantes de
nuestro entorno y sus situaciones existenciales, tanto conocidas como
desconocidas; situaciones que muchos se niegan a aceptar como parte de la
realidad.
El parto de los cerros es una
novela escrita por José Alberto Estrada Retes, médico pediatra originario de la
Ciudad de México que toda su vida ha radicado en La Laguna. La novela está
ambientada casi en su totalidad en Torreón a finales de los años ochenta, donde
se encuentran y desencuentran una variedad sin par de personajes que a la vez
son una muestra certera de los habitantes que podemos encontrar en un recorrido
por las calles de la ciudad, sus plazas, sus diferentes colonias, dependencias
gubernamentales y particulares, oficiales y no oficiales, lugares que reconocemos
al leer la narrativa del Dr. Estrada.
Debido a que el autor no encontró una sola puerta
abierta en México para la publicación de su obra, el libro fue editado y
publicado hace dos años por PR-Ediciones, una editorial afincada en Madrid,
España. Es muy grato y estimulante saber que en el Viejo Mundo aún se interesan
por las letras de nuestro continente y nuestro país.
La pluma de Estrada Retes describe de forma precisa la
personalidad de cada uno de los pobladores de las páginas de El parto de los cerros. Llega el momento
en que creemos conocer tan bien a los personajes, que es como si los hubiésemos
tratado de cerca toda la vida.
La trama de la novela parte, gira y se desarrolla en
torno al nacimiento del “Innominado” –nombre con el que identifican al bebé los
doctores del hospital a donde éste va a parar con casi nulas esperanzas de
sobrevivir–. El “Innominado” nace a través de un parto séptico no asistido de
Ruth, una adolescente de apenas 13 años de edad. El parto, el cual ocurre en el
jacal de una colonia situada en las faldas de La Sierra de las Noas, termina
por costarle la vida a la joven madre. Los vaivenes del "Innominado", quién
después se llamará Abel por indicación del abuelo adoptivo y padre biológico a
la vez, nos presentarán a todos los protagonistas de la historia en la que las
decisiones que tome cada uno de ellos, afectarán el destino del niño y su
vida.
En El parto de los cerros confluyen niños
de las colonias embonadas en las pendientes del cerro, policías, comerciantes,
doctores titulares y residentes, enfermeras, trabajadoras sociales –varias
indiferentes y por lo tanto mediocres, sin faltar una muy eficiente y obstinada
por realizar su trabajo de una forma perfecta–, secretarias, funcionarios
públicos, una asistente de dirección con un irrefutable código moral y una
perspectiva laboral de amplia envergadura, guardias de seguridad, un mendigo
adicto al alcohol sin el más mínimo sentido de la responsabilidad y con una
indiferencia sin igual, la directora y las empleadas de una casa hogar, un
matrimonio sin hijos conformado por un pintor y una intelectual, ambos de clase
media; tarahumaras y algunos más. A través del avance en las páginas del libro
nos adentramos no sólo en la vida y personalidad de cada uno de ellos, sino
también en su entorno particular, el cual algunos viven, otros sobreviven, unos
padecen y muy pocos disfrutan.
La novela
descubre las vicisitudes de un parto sin futuro, al menos en apariencia y
probabilidad y nos lleva a las entrañas mismas de nuestra ciudad, a los lugares
más profundos de la metrópoli, lugares en los que conoceremos y reconoceremos
todo lo que adolece, pero también las virtudes que ostenta.
JUAN DE DIOS RIVAS. Torreón, Coahuila, 1976. Miembro del taller “Apreciación y creación literaria” impartido en el Icocult Laguna en 2006 y 2007. Mención honorífica en el Premio Estatal de Cuento San Antonio de las Alazanas 2007, convocado por el Icocult Saltillo. Es autor del libro Carlos Magallanes. La seducción de las musas (Dirección de Cultura de Torreón, Col. Trayectorias, 2013).
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