POESÍA Salvado de mí mismo | Iván Viñas Arrambide


PÉSAME

I

Mi madre me pide en su maternal sabiduría
que les hable a los sobrevivientes del muerto
se siente mal, porque todos les han hablado
menos yo.
Mi madre, que le rezó al oído a su esposo
mientras moría en el sillón
con las noticias en la tele.
Mi madre que vio a una hija morir
en un hospital público mientras
las enfermeras gritaban la cuenta regresiva del año nuevo.
Mi madre que se ha sentado de madrugada en hospitales
de cinco ciudades distintas, en dos países diferentes
a hablar con la muerte
con un café en la mano
me dice que se ve mal.

II

La muerte, arruina mi sábado
el partido de las cinco
la comida en el sillón.

La muerte de mi pariente,
que me sacudo del suéter
como se sacude a un insecto inofensivo,
me molesta
¿qué decirles a los sobrevivientes?

III

Ojalá que estuviera muerto su muerto
y no poco a poco
después del accidente
dos semanas después
tres meses después
hasta que por fin se muere.
Solo que antes hay que usar traje
y hay que sentarse derecho y con vergüenza.


ESCRIBO ESTA CARTA

Escribo esta carta
para ser salvado de mí mismo,
de mi cuerpo,
que insiste en rasgarse a veces
en partes diminutas,
que no noto siquiera
hasta que la rotura se ha extendido
y encuentro un orificio que atraviesa mi cuerpo.

Para salvarme
de mi mente que funciona perfecta,
como una máquina
de construir espantosos edificios al miedo.



Iván Viñas Arrambide (ciudad de México, 1981). Egresado de la escuela de escritores de SOGEM en el año 2003; es estudiante de creación literaria en la UACM. Participó en las antologías Voces de los arcanos (Minimalia, 2003), Pragmatáfora (Descritura Ediciones, 2004), Gira Poema (Libro libre, 2008), Cada chango a su mecate (Colección editorial el Zócalo, 2010). Poemas y traducciones suyas han aparecido en Periódico de Poesía, Cuadrivio, Lenguaraz, entre otras. Escribe en chidopoeta.

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