I
Se levanta la mañana y escala tus pies descalzos
la arena anida su calor bajo tu piel y la garúa
besa tus mejillas sobre las olas que emana el día.
II
Son mis labios el náufrago sediento
de tu dermis inasible palidez de mármol para un cincel afortunado
y beber de tu mirada sorbo a sorbo el café instilado de tus ojos
III
La arena de esta playa llamada noche lame tus pies
trepa a tus caderas ungiendo con su voraz lengua la humedad inexorable
viaja sobre rugido de león sobre el viento
IV
Viaja en una clave de sol en un solo de tus labios
al compás de un swing llevando un estandarte
al ritmo de tu andar de tu día de tu tiempo
V
Salí a buscar el aroma de mora impregnado en el aliento de tu amor
por las calles alumbradas en la noche divisando estrellas en los aparadores
planetas girando sobre un asfalto gris que me lleva a la utopía de encontrarte
VI
Y la insatisfacción del sabor de tu ausencia entre las fauces de la ignominia
vuelcan más aparadores mostrando la ausencia de tus ojos entre los cristales
bifocales de la nada miope para no encontrar el andar de tu mirar
VII
En la plaza de unas notas acartonadas eleva una tras otra
percutiendo los timbales de unos ritmos taquicárdicos en Mi mayor
sobre el insomnio de la noche que vaga entre la oscuridad de los valles
de verdes amaneceres
VIII
Entre las calles frías busco un sorbo de café empapado de llovizna
con los zapatos en la mano marcha sobre las avenidas el aroma
de unas moras entre los labios del amanecer recién parido
IX
Solloza anunciando el dolor del día que empieza a clavar
la daga del hastío que utiliza la distancia y el olvido se apodera
poco a poco de unas ansias por morir entre cada poro
habitante de tu faz
X
El día se apodera de la armónica que vive entre las hojas
ofrenda un blues para los pobres como yo sin suelas
mucho menos sin zapatos y recuerda lo imposible
para seguir tu caminar
XI
La tormenta se desata con la ausencia pálida de tu faz
sin tu mirada clara para nadar en el embriagante aroma
de tu dermis de mis ansias de la soledad
XII
El cielo inmerso sobre tus pies se anidó diez veces en ellos
para deambular sobre la tierra y poder calzarse
algunas dunas en el desierto y lamer el calor de este valle.
JOSÉ CHÁIREZ (Torreón, Coahuila, México). Asistió al taller
literario de Saúl Rosales en el Teatro Isauro Martínez. Ha publicado en
la revista
Estepa del Nazas, en el fanzine del grupo Nit y en el periódico
Sin Censura. Poemas suyos aparecieron en el libro colectivo
Las lenguas dementes. También publicó poemas en el libro
Tesgüino, editado por la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Es autor del libro de poemas
Restos áridos (2013). Publica en la página de
Voces buitres y otros graznidos algunos poemas traducidos a la lengua Tseltal y en español. Algunos de sus textos fueron compilados en el libro
Palabras vivas, voces y cuentos indígenas en la Laguna (2015) por el Ing. Fabián García Espinoza, edición bilingüe Español y lengua Indígena, editado por la UAAAN.
Ilustración | Paula Bonet
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