DE AQUÍ Y DE ALLÁ Lo ferozmente divertido, entrevista a José Ovejero | Manuel Vazquez


A propósito de la publicación del libro Mundo extraño (Páginas de Espuma, México, 2017), hemos tenido esta entrevista con uno de los grandes narradores de las emociones que oscilan entre la realidad y lo ferozmente divertido. En esta plática hemos logrado diseccionar la acidez mortuoria que caracteriza a los cuentos que aparecen en el libro, ya que estos cumplen con el objetivo de tener el tono adecuado, las afirmaciones breves y el estupor alucinógeno de la incomodidad o el reconocimiento de lo imposible.

JOSÉ OVEJERO. Ha publicado novelas, poesía, teatro, cuentos, ensayos y libros de viajes. Sus obras han recibido numerosos premios, entre ellos el Anagrama de ensayo, por su libro La ética de la crueldad (2012), y el Alfaguara de novela por La invención del amor (2013). Otras obras suyas son Escritores delincuentes (Ensayo), Nunca pasa nada y Los ángeles feroces (Novelas), y Qué raros son los hombres (Cuentos). Ha colaborado con sus artículos y relatos en periódicos y revistas de España y de otros países. Su última novela es La Seducción (Galaxia Gutenberg). Desde el 2016 actúa en su espectáculo teatral Qué raros son los hombres, basado en sus propios relatos. Es autor también del documental Vida y ficción.

M. Vazquez (MV): Bienvenido de nueva cuenta a Guadalajara, ahora que hacemos memoria no recuerdo cuantas veces nos hemos visto por acá. El día de hoy es un gusto conversar de nuevo con José Ovejero, a propósito de la publicación de su nuevo libro Mundo extraño editado por Páginas de espuma.

José Ovejero (JO): Antes que nada, gracias, yo creo que unas cuantas y han sido las suficientes como para perder la cuenta.

-MV: Me gustaría comenzar con un par de preguntas, propuestas en la contraportada del libro: ¿Qué es lo que une más a dos personas? ¿Cuál es la unión central de esta colección de cuentos, el amor o el dolor?

-JO: Yo creo que ambas temáticas están muy presentes, aunque probablemente si hiciéramos un recuento preciso, me parece que existe en el libro más dolor. Esta situación es una cosa que siempre me ha llamado la atención, y es cierto, el amor une a las personas, pero lo que se deja de lado con frecuencia es que el dolor también; el pasar situaciones dolorosas juntos, acaba siendo algo que también puede destruir a una pareja, pero puede hacer justo lo contrario, estrechar sus lazos, entonces ahí el libro está jugando con esa idea de la intensidad, que supone el dolor para las relaciones.


-MV: ¿Están vivos sus cuentos?

-JO: Yo lo procuro, procuro que no sean letra muerta, sino que sean un espacio al que se asome el lector y en el que sienta que las cosas están sucediendo. No diría que sucediendo de verdad, el escritor sabe que es una ficción, lo mismo que hace el niño cuando juega a que es un soldado. El niño sabe que no es un soldado, pero en el momento de la intensidad o de la pasión de su ficción, halla una sensación de que todo eso, está bien.

-MV: “Mamá decidió morir un 24 de diciembre”, una historia absurda, pero que puede ser cotidiana. ¿Por qué está diversión feroz?

-JO: Porque escribir este tipo de relatos o de novelas en las que todo aparece como desencajado, como algo disparatado, o esperpéntico al final, lo que parece que puede ser una especie de diversión, acaba obligándonos también a mirar la realidad, de otra manera. Es como mirarnos en un espejo deformante; hace que nuestra imagen pueda resultar ridícula o divertida o pavorosa según sea el caso, y aunque sabemos que es nuestra imagen normal, ese espejo deformante nos muestra cosas de nosotros mismos que quizá no habríamos visto. Creo que estos espejos deformantes, que conforman estas narraciones, muestran de una manera más precisa las cosas que generalmente no miramos.

-MV: “Microporno”, funge como parte esencial de las cinco piezas breves, pero más allá de ser un relato de carácter erótico, es un instructivo sobre cómo debe de leerse un texto. ¿A qué se debe esto?

-JO: Bueno, este texto es particularmente juguetón, una broma que lleva al lector a una situación pornográfica. Sin embargo, la relación no es con una persona, sino con un texto. Me parece que de alguna manera es una especie de relación intensa, que se puede y se debe de generar entre el lector y el texto, vamos, es la conjunción de una realidad erótica al momento de leer.

-MV: Como tal, esta colección de cuentos funge como un escaparate o un divertimento, pero son tan reales que se puede tomar la identidad de alguno de sus personajes.

-JO: Siempre espero que el lector de alguna manera sienta empatía o aberración con algún personaje; siempre espero que se genere una relación con el texto, para así dejar de lado la parte intelectual y se pueda generar una imagen de apropiamiento, o incomodidad. Se crea así una guardia permanente, en la que se estará continuamente sufriendo, o rechazando los actos del titiritero.

-MV: ¿Cual texto podría ser considerado como la piedra angular de esta colección?

-JO: Podría ser “Todo da vueltas”, porque exige una construcción muy compleja, en la que vamos pasando de una situación a otra, de un personaje a otro. Se podría decir que es un cuento en el que rompo esa idea de que en el relato debe haber una unidad de acción, pocos personajes, pocas situaciones. Es una especie de rotación vertiginosa. Fue difícil conseguir el resultado final del texto sin que pareciera una situación artificiosa. En este texto, el personaje central es tan importante, como aquellas sensaciones que el lector siente cuando un personaje muere o se enamora.

-MV: ¿Podría usted definir su libro?

-JO: La literatura es un espacio de libertad, aunque sea un espacio de libertad condicionada y limitada. Mientras estoy escribiendo, soy libre para escribir como me venga en gana, por consiguiente, este libro se leerá como al lector le dé la gana. Existe una especie de contrato no escrito con el lector; le pides una cierta confidencia y fidelidad, entra en un mundo nuevo, y aunque sea un mundo extraño, le pides un espacio, le dices que se meta contigo para ver qué le parece el texto y si no lo convences se va. Lo único que le pido al lector es que me dé un poco de confianza, me deje entrar en su espacio y, luego, vemos cómo continuamos.                                                                                                        
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MANUEL VAZQUEZ (Guadalajara, 1996). Es estudiante de la Licenciatura en Estudios Liberales por la Universidad De Guadalajara. Ha publicado sus textos en La Gaceta de la Universidad De Guadalajara, en la edición digital de la Revista MAGIS del ITESO, en el Blog HOMOZAPPING y en el blog Talend News by MILENIO. Fb. Manuel Vazquez, Twitter. @1996_josemanuel

Imágenes | Cortesía de la editorial

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