Entiendo que la vida brinda oportunidades. Por
ejemplo, a mí me dio oportunidad de una nueva familia y estoy firmemente
convencida que fue lo mejor que pudo haberme sucedido. Sin embargo, hoy fue un
día extraño, comenzó con cierta añoranza por el pasado, ese pasado casi
desconocido. Aunque no sé si pueda llamarse añoranza, ¿se le puede llamar
añoranza a lo que no se conoce plenamente? ¿Por aquello que bien puede ser una
tela demasiado remendada, zurcida?
Mi pasado se ha ido modelando con información robada
de muchos lados, personas, expedientes, para finalmente llegar a algo que
pudiéramos considerar una verdad. No voy a hablar de ella, sino de esta mañana
en que me miro al espejo y veo, tal vez con otros ojos, mis rasgos, mi
complexión. Hay alguien, una madre, un padre, un hermano o hermana, que posee
algunas de mis características físicas; alguien que también, como yo, no usa
blusa de tirantes porque sus hombros son demasiado anchos. Posiblemente.
Tal vez me parezco a una de estas personas o no. Pienso
que mi empeño por mantener a raya la alimentación y hacer ejercicio
regularmente, comienza a alejarme del parecido que puedo tener con mi madre, el
nombre de la mujer que aparece en un documento de adopción. O tal vez me acerque,
aunque cabe la posibilidad de que también ella suba de peso con el menor
pretexto. ¿Se teñirá el cabello? ¿Le gustará la bisutería, sabrá del vicio ese
de comprar encendedores, aunque tenga en un cajón casi lleno?
Pensé en todas esas posibilidades, lo que pudimos
vivir o no. Tal vez festejaría mis estudios o las cosas que escribo. No sé. Pensé
en eso mientras me veía en el espejo y me dolió esa lejanía trazada entre
aquella familia y la mía. En un principio hilé toda una historia de horror en
torno ellos, los taché de lo peor. Hoy me doy cuenta que soy una de sus partes;
de mi madre, mi padre, mis hermanos, el tamaño de las manos, el color de los
ojos, la mueca de mi boca cuando sonrío. Y puedo, lo decido finalmente, ser
feliz con ello.
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YAAZKAL RUIZ. (Oaxaca, 2001). Estudia la carrera de
Psicología. Es lectora de tiempo completo. En Bitácora de vuelos se estrenó
como escritora. Dice que jamás publicará un libro.
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