RUIDOS DIVERSOS Pere Sousa «En el Arte Postal la obra es un elemento secundario, el medio es el mensaje, el medio es la “cosa”» | Ferran Destemple


[Primera de dos partes]

CRONOLOGÍA E INTERESES DIVERSOS

Pere Sousa nació en Lleida, en el año 1955. Cursó estudios de escultura en la facultad de Bellas Artes de Barcelona, pero los abandonó al poco de comenzar para dedicarse al arte postal. Fundó en la década de los noventa la publicación sobre arte postal P.O.BOX, que fue un referente esencial. Creó también, en esa década, la Factoría Merz Mail con la intención de ejercer el activismo cultural y promover y difundir encuentros de poesía experimental, exposiciones de arte postal y ediciones facsímiles de publicaciones de las vanguardias históricas. Asimismo, ha impartido seminarios sobre poesía fonética en las Universidades de Tarragona, Cantabria, País Vasco y Granada. Podéis visitar la web Merz Mail y ver documentados gran parte del trabajo que ha venido desarrollando desde entonces hasta la actualidad.
De entre todo ello hay, sin embargo, un aspecto en su obra que me ha interesado especialmente, por el que me he sentido atraído y en el cual voy a intentar incidir. Este aspecto se refiere a las publicaciones que ha ido realizando durante todos estos años. Sousa, editor incansable, se ha sumergido en el mundo del papel, de las impresiones, de la investigación y de la fotografía, con el ánimo de difundir todas aquellas ideas o propuestas que cree que proporcionan al arte contemporáneo algo más que simples objetos con los que comerciar. Ha difundido todas esas ideas pero con un espíritu creativo y juguetón que lo alejan del academicismo y lo acercan a su estimado mundo Dada.
Su producción editorial siempre ha estado basada en el “hazlo tú mismo”, en la sencillez y en el gusto y ha optado, la mayoría de las veces, por un formato íntimo y de fácil distribución. Si ordeno su producción editorial cronológicamente puede distinguir dos claros periodos que están separados, por lo que me atrevería a llamar, “falla o herida conceptual”. El primero de ellos abarca desde la primavera del año 1994 hasta el año 1999, víspera de la Huelga de Arte, en los que publicó los cuarenta y dos números de “P.O. BOX”. Esta revista estaba dedicada al estudio y difusión de algunos comportamientos artísticos alejados de los paradigmas habituales, especialmente el mail art, la poesía experimental y la performance.
También incluía artículos sobre los sellos de goma y el art-stamp, el copy-art, la problemática del copyright y los derechos de autor, el fax-art y un apartado central que versaba sobre las convocatorias internacionales y la bibliografía esencial sobre los temas tratados. Hemos de tener en cuenta que el internet doméstico era, entonces, una entelequia y su uso no se popularizó hasta entrado el nuevo siglo.
Para conocer cuál es su postura actual sobre el mail art casi dos décadas después de que “P.O. BOX” dejara de existir, me puse en contacto con él y conversamos casi toda una tarde. Quedamos delante de la biblioteca pública Arús, cerca del Arco de Triumfo. Por cierto, una biblioteca especializada en el saber Masón y con una de las pocas réplicas de la Estatua de la libertad que se conservan. Desafortunadamente estaba cerrada con lo que tuvimos que desplazarnos a una cafetería cercana.
Después de unas palabras para romper el hielo y de intercambiar algún material artístico entramos en materia. Le pregunté primero sobre el arte correo, sobre cómo ve él la situación actual, a lo que me respondió con determinación “...está en declive desde el momento que nació, como un humano que empieza a morir desde su nacimiento. Tuvo una época muy importante en los 70 y, a pesar de la gran participación en sus convocatorias, siempre fue un movimiento minoritario.
Los 80 fueron la explosión final con una participación muy grande en muchos rincones del mundo. Y, a principio de los noventa, siguió esa racha pero con el cambio de milenio, que coincidió con la madurez de buena parte de la vieja guardia y el paso imparable de las nuevas tecnologías que lo invaden todo, empezó el declive”.


También le pregunté por la convocatoria de dos grandes mail artistas españoles, César Reglero e Ibírico, que se han propuesto enterrar el arte correo y hacerlo renacer de sus cenizas en el Mausoleo Museo de la población de Morille. Sobre este tema me comentó que “...un Mausoleo, un cementerio es un lugar en el que no hay vida, ni se la espera. No es el mejor sitio para revivir el Arte Postal, es solo un simulacro, una convocatoria más. Lo de la muerte del arte, del arte postal o de Dadá, es un recurso para desterrar lo que se considera viejo, que antes fue nuevo”.
Aquella tarde charlamos de muchas cosas. Pere, es un hombre incansable y entusiasta que no se deja amilanar por los inconvenientes que siempre acaban apareciendo cuando se intenta organizar eventos culturales. Siempre ha sido dinámico y optimista, por eso me sorprendió tanto esa actitud, un tanto escéptica, sobre la posible evolución del arte correo. Según el poeta “... en el Arte Postal, está todo o casi todo inventado, cada uno de los participantes tenía y tiene su propia teoría y sobre todo práctica, es un prisma de muchos lados. Siempre se ha dicho que en el Arte Postal la obra es un elemento secundario, el medio es el mensaje, el medio es la “cosa”. Las relaciones entre personas de diversos ámbitos son “el moll de l'os” del Arte Postal, los intercambios se establecen por afinidades. Quizá sea un paso hacia adelante contrapuesto a la uniformidad que supone las convocatorias masivas. Creo que la parte más espectacular del Arte Postal, las muestras multitudinarias, aunque se siguen desarrollando actualmente, tenderán a desaparecer o a diluirse en el futuro. Si siguen funcionando es por las nuevas incorporaciones de entusiastas que cuentan con un apoyo institucional del que se carecía hace unos años”.
La conversación retoma el tema de los fanzines, de cómo aquella primera publicación se convirtió también en un programa semanal de radio especializado en poesía fonética y sonora en la independiente y pirata “Radio PICA”.


Antes de abordar el segundo periodo de publicaciones que abarcaría desde el año 2002 hasta la actualidad, he de explicar lo que antes he denominado “falla o herida conceptual”.  Entre el final de “P.O. BOX” y el nacimiento de “598”, su segunda publicación, transcurren tres años, en dos de los cuales Pere Sousa estuvo en huelga. Aclaremos este hecho: Desde finales de los años 90 y desde el “P.O.BOX” de la Factoría de Activismo Cultural Merz Mail, junto con “Industrias Mikuerpo” y su fanzine “Amano”, se impulsó la Huelga de Arte 2000-2001. El artista alemán Gustav Metzger fue el creador de esta idea, basada en su concepción del arte como actividad autodestructiva. Entre los años 1990 y 1993 se convocó la primera huelga de arte, impulsada por el grupo Praxis. Años más tarde Sousa retomó la misma idea proponiendo a todos los artistas que abandonaran sus actividades. No pude reprimirme y le pregunté cómo valora ahora lo que propuso dieciocho años antes. Sousa responde:

“Gustav Metzger destruía sus propias obras de pintura, el pintor catalán Maties Palau Ferré quemaba sus cuadros cabreado con un marchante. Fue la convocatoria de Stewart Home y los Festivales de Plagiarismo los inspiradores de la convocatoria de Huelga de Arte 2000-2001. Fue convocada en un principio el año 1995 desde el zine P.O.BOX. Enseguida se unió el zine de Madrid Amano… Quizá lo más interesante fue el proceso de agitación y propaganda de los cinco años que restaban para el inicio de la Huelga. Las muestras de apoyo, pero también las voces en desacuerdo, un debate que no se hacía en las “redes sociales” que ahora conocemos, sino en la RED. Me llegaban cartas vía postal con artículos que publicaba en el P.O.BOX. Uno de los objetivos claros de la convocatoria era la agitación de las mentes, el diálogo y la reflexión, que en buena parte de nuestra modesta red de contactos se llevó a cabo.  El paro fue real, no solamente en mi caso, creo que varios miles de personas en todo el mundo, ni hicieron arte, ni visitaron un museo o galería durante esos dos años”.

¿Crees que tendría sentido volverla a convocar? le preguntó a vuela pluma.

“Las condiciones no son las mismas que en 1990, cuando no existía Internet, ni Instagram, ni Facebook, ni Twitter. Ni tampoco las de 1999 cuando era incipiente la revolución tecnológica… En el mundo del arte apenas se hacen artefactos artísticos, las “piezas” son más metafísicas y conceptuales. Los nuevos artistas son filósofos, se puede dejar de producir, pero no de tener pensamientos abstractos. NO creo que fuese viable actualmente”.

También el programa de radio semanal que hacía en “Radio Pica” “P.O.BOX” sobre poesía fonética y sonora se vio afectado por la Huelga: el programa cambió su nombre por el de ARTSTRIKE y durante los dos años que duró la Huelga se repitió el mismo programa cada semana. (En este enlace podéis escuchar un fragmento de ARTSTRIKE).
Este programa despertó aún más su interés por este tipo de poesía e hizo que desarrollara su faceta escénica. Son innumerables las actuaciones que ha hecho desde entonces, recitando desde, a su admirado Kurtz Switters, pasando por el repertoriovanguardista, hasta elaborar sus propias composiciones.
Aunque, como siempre en él, priva la recreación por encima de la creación destacaría lo que ha denominado sus poemas trouvés o textos encontrados donde, con una actitud dadaísta, recoge apenas sin modificar anuncios encontrados, folletos publicitarios y los monta para realizar unos poemas basado en el azar y en el absurdo. Esta técnica hace que el yo lírico quede, en la práctica, sepultado por una actitud basada en el juego y la travesura y que el humor sea un elemento consustancial y básico.


Una vez finaliza la Huelga de arte en el año 2002, se decide a hacer un fanzine más íntimo y personal alejado un tanto de la marea colectiva. De esta forma nace “598”, una publicación con un formato más pequeño y con una factura artesanal donde se incluyen elementos originales, collages y manipulaciones diversas. El número de sus páginas ha variado desde las 16 hasta las 60, la grapa de su fanzine anterior ha sido sustituida por el cosido con hilo y el número de ejemplares ha descendido hasta unos 40. Cada número, y ya van 47, es monográfico.
          Llegado a este punto me pregunto, y le pregunto a él también, dónde nació su interés por este tipo de publicaciones independientes. No sé si ello se debe a la influencia de los fanzines contraculturales de los años setenta o más bien a la proliferación de los punks de los ochenta. Sousa, rápidamente me contesta: “En la dictadura ya había reproducido octavillas junto a unos colegas con una vietnamita que construí yo mismo. Y a finales de los años setenta maquetaba y fotocopiaba el boletín de una asociación de vecinos. Por supuesto tenía presente todo el mundillo del fanzine, pero fueron los zines de Mail Art que llegaron a mis manos el detonante para publicar mi propio zine en castellano, ya que todo lo que conocía se hacía en Estados Unidos o en Italia en inglés”.
Me inquieta saber cómo llegó a apropiarse de un formato que era utilizado sobre todo por fans de grupos musicales y dibujantes de cómics. Me responde: “Aparte de los dibujantes de comics, los zines de poesía ya circulaban en la RED. Los poetas son quizá los más impacientes en ver sus poemas publicados y de las plaquetes al zine hay un paso. Pero, P.O.BOX no era un zine de poesía exactamente. Quería emular las publicaciones DADA y MERZ, con textos, referencias, bibliografía, reproducciones, artículos teóricos, etc.”
Y luego apostilla enérgico “…el zine te da una libertad total, no dependes de nadie, ni de un equipo de redacción, ni de un editor. Si cubres gastos bien y si no también. Las publicaciones convencionales responden a otras necesidades y otros propósitos, no tienen nada que ver. Ya se parte de la base que haces un producto para las minorías escogidas, para afinidades selectivas … los circuitos alternativos, ya sean por suscripción, por correo, o en mano o en encuentros y festivales sigue siendo la forma habitual”.


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FERRAN DESTEMPLE. Es un amante confeso de la cultura basura (el último refugio de la modernidad y de lo sublime) y únicamente se siente cómodo cuando pasa totalmente desapercibido. Le gustan los martes, por ser el día de la semana más anodino, y disfruta de un silencio que solo puede conseguir mediante el ruido más absoluto. Sus actividades gravitan alrededor de una poesía que, si debemos denominarla de alguna manera llamaremos expandida, pues se acerca a lo conceptual y a la acción pero también a una tradición escrita próxima al hermetismo. Educado en la filología y en el arte contemporáneo intenta olvidar todo lo aprendido, cosa que no consigue con facilidad, pero en la que se aplica con afán. Detesta el sentimentalismo y la ñoñería y no cree en el arte con mayúsculas.

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