Candidato al menos en
cuatro ocasiones al Premio Nobel de Literatura, el nicaragüense Ernesto
cardenal llega a los 95 años de edad (Granada, 20 de enero de 1925) con una
obra literaria dedicada principalmente a la poesía, de la que ha publicado más
de 25 libros, y en la cual a conjuntado sus preferencias teológicas y de
liberación del hombre. Por esta razón, lo mismo su comunidad contemplativa en
la isla de Solentiname fue bombardeada por la dictadura somocista como él mismo
vivió en carne propia, en 1983, la suspensión de su ejercicio como sacerdote
por parte del papa Juan Pablo II.
En su obra poética le canta a temas como el amor, las creencias
profundas del hombre, a sus propias ideas, de una manera directa y sencilla, en
versos que se caracterizan en general por la brevedad.
Cardenal nació en el seno de una familia de clase privilegiada en el
Departamento de Granada. De un carácter inquieto y bohemio, estudió filosofía
en México y manifestó su inquietud por la escultura y la pintura. Igualmente
fue un viajero frecuente pasando temporadas en Nueva York y España, donde
habría de fundar la editorial El Hilo Azul. De esta vida que llevaba, y después
de involucrarse con grupos opositores al régimen de Anastasio Somoza, cerca de
los 30 años encontró su vocación religiosa e ingresó al monasterio trapense de
Nuestra Señora de Getsemaní, en Kentucky, Estados Unidos.
En dicho lugar fue su
profesor el religioso contemplativo y también poeta Thomas Merton, quien, una
vez ordenado sacerdote, le recomendó fundar una comunidad contemplativa en su
país natal, lo que hizo en Solentiname en 1965. Antes, realizó estudios de
teología en Colombia. En la isla del Lago Mayor nicaragüense erigió una especie
de utopía social y artística con base en el arte, la justicia social y la teología
de la liberación, lectura de la Biblia y del trabajo de la iglesia a favor de
las clases más desfavorecida que tuvo mucha acogida en Latinoamérica, con
representantes incluso en México y Brasil.
Su proyecto en Solentiname, que se sostenía de la venta de las obras
artísticas que los mismos campesinos producían, atrajo a artistas de la época
como el escritor argentino Julio Cortázar, quien incluso le dedicó un cuento,
así como a Juan Downey, James Herithas y Sandra Eleta, pero en la última etapa
el régimen somocista fue destruido por un bombardeo del régimen. No obstante,
el proyecto fue un ejemplo para el mundo y para el programa que el mismo
Cardenal habría de replicar como ministro de Cultura que desempeño durante ocho
años del régimen surgido tras el triunfo del Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN).
El poeta sacerdote mantuvo sus deseos de justicia en la Tierra y con
esta convicción recibió la suspensión de sus funciones religiosas por parte de
Juan Pablo II, quien como jefe de la Iglesia Católica en el mundo no permitía
que un ministro de la fe participará en la vida social y política de un Estado.
Y menos que hubiera participado de manera activa en la revolución sandinista.
No obstante, la llamada de atención, nunca se desistió de pasarse del lado de
los pobres.
En cambio, se mantuvo alejado de la iglesia y de la política y muchos
años después reabrió el proyecto del archipiélago de Solentiname. En 2018, el
papa Francisco levantó la suspensión sacerdotal y todas las sanciones canónicas
que habían sido levantadas en su contra y en el mes de febrero de 2019 pudo
celebrar de nuevo misa, lo hizo acompañado del nuncio apostólico en Nicaragua,
Waldemar Stanislaw Sommertag, desde la cama del hospital donde estaba internado
tratándose una infección renal, de la que salió victorioso.
EXTERIORISMO
Literariamente,
Cardenal es adscrito por los especialistas al movimiento llamado Exteriorismo,
y como él mismo lo explica: “no es un ismo ni una escuela literaria. Es una
palabra creada en Nicaragua para designar el tipo de poesía que nosotros
preferimos. El Exteriorismo es la poesía creada con las imágenes del mundo
exterior, el mundo que vemos y palpamos, y que es, por lo general, el mundo
específico de la poesía”. Por lo mismo, se atreve a acercarse a (prácticamente)
todo lo existente, como la lucha ideológica, la cultura pop o la contracultura;
desde temas mundanos hasta místicos y filosóficos. Sus temas: el amor, la lucha
social, la espiritualidad y la fe, e incluso los deseos carnales. Algunos de las obras publicadas por Cardenal, quien vive en Nicaragua, son Hora H, Oración por Marilyn Monroe, Telescopio en la noche oscura, Salmos, Epigramas, Versos del pluriverso, El Evangelio en Solentiname, Pasajero de tránsito, Vida en el amor, Este mundo y otro y Cántico cósmico. Entre los premios que se le han entregado sobresale el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana de 2012.
SELECCIÓN
POÉTICA
Aquí
pasaba a pie por estas calles
Aquí
pasaba a pie por estas calles,
sin empleo
ni puesto y sin un peso.
Sólo
poetas, putas y picados
conocieron
sus versos.
Nunca estuvo
en el extranjero.
Estuvo
preso.
Ahora está
muerto.
No tiene
ningún monumento…
Pero
recordadle
cuando tengáis puentes de concreto,
grandes
turbinas, tractores, plateados graneros,
buenos
gobiernos.
Porque él
purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo,
en el que
un día se escribirán los tratados de comercio,
la
Constitución, las cartas de amor,
y los
decretos.
Tiempo,
yo te odio…
Tiempo, yo
te odio. Aunque sin ti no existiera.
Y por tu pasar
moriré aunque por tu pasar nací.
Como San
Francisco de Borja yo quiero ahora
amar a
alguien a quien no toque el tiempo
y que
alquilemos un cuarto donde la noche no pase
ni se
apaguen uno a uno los anuncios de neón.
De
pronto suena en la noche una sirena
De pronto
suena en la noche una sirena
de alarma,
larga, larga,
el aullido
lúgubre de la sirena
de
incendio o de la ambulancia blanca de muerte,
como el
grito de la cegua en la noche,
que se
acerca y se acerca sobre las calles
y las
casas y sube, sube, y baja
y crece,
crece, baja y se aleja
creciendo
y bajando.
No es
incendio ni muerte:
Es Somoza
que pasa.
Recibe
estas rosas
Recibe
estas rosas
costarricenses,
Myriam,
con estos
versos de
amor
mis versos
te recordarán
que los
rostros
de las
rosas se
se parecen
al tuyo
las rosas
te
recordarán
que hay
que cortar
el amor,
Y que tu
rostro
pasará
como
Grecia y
Roma
Cuando no
haya
más amor
ni rosas
de Costa Rica
Recordarás,
Myriam,
esta
triste canción.Fotografía del autor: www.verboser.pe
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