
*Con La infinita aproximación y Otras claridades, Nadia Contreras se consolida como una autora que explora la vulnerabilidad, la memoria y la locura, haciendo de la escritura un territorio compartido y un puente entre lo íntimo y lo colectivo.
Ciudad de México.- El 10 de septiembre, en el espacio virtual de El Tintero Taller Editorial, dirigido por la escritora Nadia Arce, se llevó a cabo una de las conversaciones más significativas del ciclo El Tintero Fest, Camino a la FIL Guadalajara 2025. Con la conducción de Víctor Manuel López Ortega, conocido artísticamente como Víctor Lorman, la invitada de honor fue la poeta, ensayista, académica y gestora cultural Nadia Contreras, cuya voz se ha consolidado como una de las más sólidas de la literatura mexicana contemporánea.
Lorman inició la charla leyendo parte de la semblanza de la autora desde su entrada en Wikipedia —“no muchos escritores tenemos página en Wikipedia, y eso ya es un logro importante”, señaló con humor—, lo que dio pie a repasar más de dos décadas de creación literaria. Sin embargo, para Contreras, el reconocimiento nunca ha sido un fin en sí mismo: “Más que sentir orgullo, siento una enorme responsabilidad. No solo se trata de mi obra, sino del compromiso de abrir espacios para otros autores y autoras, tender puentes y acompañar”, afirmó.

Durante la entrevista, se habló de La infinita aproximación, libro de ensayos publicado en 2024. En este volumen, Contreras explora cómo la memoria se convierte en materia viva de la escritura y en herramienta de reflexión cultural. La autora concibe el ensayo no como un género menor, sino como un espacio de pensamiento íntimo y colectivo a la vez: un laboratorio donde convergen la experiencia personal, la crítica literaria y la mirada sobre el presente.
“Siempre he confiado en la escritura como una manera de salvarme y de salvarnos. El ensayo, como la poesía, es un puente entre lo que hemos vivido y lo que seguimos intentando comprender”, explicó, resaltando que este libro busca dialogar con el lector en esa frontera entre lo privado y lo público.
Uno de los momentos más intensos de la charla llegó cuando Contreras compartió
fragmentos del libro Otras claridades (2025), un poemario que,
en sus palabras, está “atravesado por la locura”. Los protagonistas, Ava y
Liam, encarnan un vaivén de voces que exploran los límites entre realidad y
delirio, memoria y alucinación, dolor y escritura.
“La locura difumina bordes, revuelve rostros y trastoca intenciones. Ese caos
también tiene su belleza, y quise que la poesía lo reflejara”, comentó, dejando
claro que detrás del libro hay una experiencia personal vinculada a la
depresión y la ansiedad, pero transformada en arte.
Víctor Lorman destacó la potencia de este ejercicio creativo: “Es un poemario
que se lee como un diálogo, que narra sin dejar de ser poesía. Se siente ágil,
pero al mismo tiempo profundo”. A lo que Contreras respondió: “No quise que
fuera un libro de queja ni de drama, sino un encuentro con la poesía, con esa
capacidad de reconfigurar lo vivido”.
Ambos títulos —La infinita aproximación y Otras claridades—
estarán presentes en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2025,
reafirmando el lugar de Contreras en el panorama literario actual.

La conversación también derivó hacia la relación de la autora con el mundo digital, un terreno que ha explorado desde principios de los 2000. Fundadora de Bitácora de vuelos ediciones, primero apostó por el libro electrónico, convencida de que éste permitía superar fronteras y llegar a más lectores. “El libro electrónico no tiene problemas de distribución ni de fronteras. Para mí fue una maravilla seguir publicando de esa manera”, señaló.
La pandemia, lejos de detener sus proyectos, reforzó esa visión, Contreras encontró en la virtualidad un espacio fértil para expandir sus propuestas. “Ponme una computadora enfrente y soy feliz. Para mí la virtualidad no fue un obstáculo, sino un refuerzo de lo que ya venía haciendo. Las tecnologías no sustituyen, acompañan”, subrayó.
Así, Bitácora de vuelos ediciones creció: a los títulos digitales se sumaron las ediciones impresas y los proyectos colectivos. “Los libros no se los lleva el viento, permanecen. Esa permanencia es un legado que quiero dejar, no solo con mi obra, sino con la de muchos otros escritores”, afirmó Contreras, convencida de que editar es también un acto de resistencia cultural y de herencia para las generaciones futuras.
Legado y responsabilidad
Actualmente, desde la coordinación de literatura del Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón, ha impulsado la publicación de más de veinte libros de autores de la región. Ese trabajo, sumado al de Bitácora de vuelos ediciones, confirma una filosofía que va más allá del ego autoral: “La escritura es un puente entre el caos y lo posible”, resumió, dejando claro que su papel como poeta, ensayista y editora está guiado por la responsabilidad de sembrar futuro.
La charla concluyó con un ambiente de complicidad entre entrevistador y entrevistada, ambos conscientes de la importancia de la memoria cultural y del papel que juega la literatura en tiempos convulsos. Con La infinita aproximación y Otras claridades, Nadia Contreras se reafirma como una autora que no teme adentrarse en la vulnerabilidad, en la locura, en la memoria y en la crítica cultural, siempre con un propósito mayor: hacer de la escritura un territorio compartido.
La entrevista en video la pueden ver en el sitio de El tintero taller editorial, en YouTube. O en esta misma publicación.
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