OTRO INTENTO
Dejar atrás los árboles caídos,
las hojas, el olor agazapado en las calles de los pueblos,
visitar de nuevo en la memoria
lo vivido,
(no se está, se tiene).
No poder mirar nada más que adelante,
siempre con la cabeza alta, siempre expectante,
a que el futuro provea
algo de calor, de música, y de la luz anaranjada,
de la tierra rojiza,
de sonrisas abiertas,
algo de magia.
CEMENTERIO EN BOAVISTA
Postradas las palmeras, en el centro de la isla-desierto, cuyos troncos, arañados, arrancan arenas y son guarida de animales salvajes, como esos burros diminutos que nos observan.
Yacen aquí todas las palmeras, algunas tendidas al
viento,
otras con sus alas en tensión, hacia el oeste.
Las menos afortunadas se muestran decapitadas, vacías y solitarias, desangradas por culpa de los alcoholes.
Es este un lugar que merece todos los rezos, por el alma de las palmeras supervivientes del desierto, por el alma de las alas imperfectas en ramilletes como regalos de pascua lejanos,
en este punto remoto,
destinado a ser intermedio protegido
que devino improvisado camposanto.
Poemas tomados del libro Dejar África, Cuadernos del laberinto, Col.
Anaquel de poesía. No. 40. Madrid, España, 2014.
Libro disponible en Editorial Cuadernos del laberinto
Fotografía | conocealautor.com
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