El 9 de julio
palabralab.com (http://www.palabralab.com)
invitó a los usuarios de las redes sociales a embarcarse en una aventura
lingüística: inventar una #nuevapalabra. La campaña, que concluyó el 7 de
agosto, buscó recopilar a través de las redes sociales (Facebook y Twitter)
palabras existentes o no y modificadas a través de este reto lúdico, divertido.
#nuevapalabra fue un proyecto de Adelaida Jaramillo, directora de Palabra Lab y
Ciudad Mínima, que ha incorporado las herramientas del marketing a la gestión
cultural y a la enseñanza. La intención: conformar un diccionario virtual y la
creación de textos (cuentos, poemas…) por parte de los escritores Patricia
Esteban Erlés (España), Raúl Brasca (Argentina) y el ecuatoriano Ernesto Noboa,
cuyo seudónimo es Jota Kintana.
La mecánica
fue la siguiente: Ingresar a www.nuevapalabra.com, se aceptaban las condiciones de la
aplicación vía Twitter o Facebook y una vez dentro se escribía la palabra y su
significado. Una vez enviada la #nuevapalabra se recibía un certificado de
autenticación. Una vez cerrado el registro de palabras, se pasó a revisión de
cada participación y el libro quedó listo para entregarse al cierre del IV
Festival Ciudad Mínima en la Feria del Libro de Guayaquil, Ecuador (12-15 de
agosto).
Sobre la
campaña #nuevapalabra, literatura, difusión y redes sociales, le pregunté a
Adelaida Jaramillo, quien ahora encabeza la promoción de la lectura en
Guayaquil y lleva, a través de Ciudad mínima (http://www.ciudadminima.com)
el festival de micronarrativa.
NADIA
CONTRERAS: Háblame un poco sobre la historia de palabralab.com y de la campaña
#nuevapalabra.
ADELAIDA
JARAMILLO: palabra.lab nace para promover la lectura y escritura en niños, sin
embargo en el camino me doy cuenta que los adultos son un grupo desatendido.
Muchos de ellos, por ejemplo, se privan de entrar a un club de lectura crítica
porque lo que buscan es reencontrarse con el hábito de leer. #Nueva palabra
surgió a partir de un taller de lectoescritura que dicté a un grupo de chicos
de una agencia de publicidad. Como parte de las tareas estaba armar un proyecto
para motivar a leer o escribir a un grupo de personas que no lo hiciera como
primera opción. Presentaron varios proyectos y el que terminamos por
afinar fue #nuevapalabra. Es una campaña que está en una etapa inicial así que
no puedo develar cuál es el siguiente paso, pero seguiremos escuchando los ecos
de ella.
NC:
Limitaciones y alcances de este tipo de proyectos digitales.
AJ: La primera
limitante que veo en estas apuestas, es que aún existe un universo muy
importante de personas que no tienen acceso a internet; la otra, es que por el
hecho de ser productos digitales, se descalifiquen inmediatamente. Sin embargo,
como motivador de lectura, palabra.lab ocupa un lugar privilegiado, se le
identifica de manera positiva y la retroalimentación de lectores que tenemos es
importante.
NC: ¿Y los
puristas, en cuanto a lenguaje se refiere, cómo consideras que enfrentan el uso
de estas herramientas?
AJ: Los
puristas siempre van a cuestionar el uso de redes para difundir arte; si espero
a que me den su aprobación no haría nada. Pero más que los puristas, son las
propias redes y las personas que las usan. Son arma de doble filo. Nos
exponemos demasiado y la gente suele armar una película con tu vida y tus
actividades. Hay quienes se acercan porque les gusta lo que haces, y quienes,
para lanzarte una piedra. Debemos saber cómo lidiar con eso y seguir
trabajando.
NC: ¿Libro
físico o digital? (es curiosidad)
AJ: Los dos. Caemos
en ese debate cuando el fin es el mismo. El papel me gusta más, pero lo
digital, te permite llegar más lejos. Esta pelea es un empate.
Adelaida
(recupero algunas de sus palabras dichas para Diario EL COMERCIO [1]) siempre
trabajó en marketing, desde que se llamaba publicidad. Y antes había estudiado
Diseño de Modas; tuvo un ‘atelier’ de alta costura y una marca de ropa para
perros. Ahora hace marketing literario, que es algo que la motiva a levantarse
todos los días. Que un niño al final de un taller le pregunte qué más puede
leer del escritor que acaban de leer, le paga todo el camino recorrido.
Algunas de las
palabras que podemos leer en el diccionario virtual de Nueva Palabra, son:
Limonear: acción de agregarle limón a las comidas; Almerienda: la segunda
comida del día, pero se toma tan tarde, que ya no es necesario cenar; Orejasmo:
que es la "sensación de placer al escuchar una canción excelente".
Twitter: @contreras_nadia
También puedes leer este texto en la revista La Vereda
/Portada/+/RevistaBitácoradeVuelos/
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