REFRIGERADOR
I
Guardé mi corazón
en el lugar donde se enfrían las cervezas
pero al final
todo sangra
se quiebra
o es perecedero
No podemos congelar un sentimiento
porque fluye
está vivo
Aún en condiciones perfectas
la sangre se coagula
el acero se oxida
la madera se bruñe
II
Te dejé un letrero en la repisa:
“Por favor no abras la puerta del refri”
Ahora un líquido amargo se derrama
y moscas y cucarachas
cenan lo que queda de nosotros
Nada salva las ganas de tirar
algo que lleva tiempo pudriéndose
y (ya) huele a muerto
LLORA EL REY
Para Gerardo Castillo Antunez
Llora el rey,
y las oficinas vacían sus ventanas
busca el mejor escondite
mi niño asustado.
Muerta la ciudad,
rezo a un cristo colgado en un tendedero,
se atan cuervos a mis manos,
ellos sabrán guiar mi mundo.
Porque estoy hecho de retazos,
un pájaro que muere enmarañado,
soy el derrumbe de iglesias,
estatuas hechas de paja
que incendian en cada pestañeo mi conciencia.
Mientras el espejo
refleja mi irrealidad,
donde lentamente me vacío.
Y llora el rey,
jaque mate al desamparado,
vomitan ideas
que se enredan en una galaxia de preguntas,
el tiempo huye como un cobarde
y la vida sin frenesí y en huelga.
=
Estudiante de Letras Hispánicas, UNAM. Ha participado en 3 antologías por parte del taller “Borde, líneas y versos para emprender el vuelo”. Alumno de Dolores Castro y promotor cultural.
Imagen de dominio público o que posee licencia Creative Commons.
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