Javier Pérez |
MI PROPIA VOZ
voy buscando mi propia voz
entre matorrales de sombra y pelo
voz ahuecada anaranjada pintada
de rosas sin forma
¿es que tengo que comer la piedra?
¿es que toda el agua va a caber
dentro el diente vacío?
hay que seguir por las arenas calientes
usando los pies del gusano
seguir por los alrededores del sombrero
anticipando la limosna sin manos
pero ¿qué es esta soledad tan limpia
tan inacabable tan pronta a decirse mía?
¿a la derecha qué veo?
mujeres enigmas sepulcros y bodas
y a la izquierda solamente ese desfile
de hormigas computadoras negras como
el alma de la estatua dominguera
ya se agotaron todos los colores
lo que queda es el mínimo ruido
de las tinieblas que acaban de venir
por la ventana rota del desván
¿quién está gritando abajo?
¿por qué es que no veo más que estas rodillas
tan flacas y sin norte?
hay que buscar me dijeron
en ese gran cementerio de agujeros y buches
su propia voz
(hay que buscar el hilo invisible de la esperanza)
y después de encontrarla
arrojarla entre los mármoles y desperdicios
que son las palabras madre y padre
LO INMENSO
El sueño es la fotografía de la muerte.
Carlos Fuentes
Para John M. Bennett
desde esta cúpula se ven
todas las ventanas del
mundo
cada una con su verbo
irregular
cada una con su máscara
paranormal
cada una con su jabalí
muerto
y cada una con su traje
etrusco
pero de esa otra cúpula
que se encuentra nomás en
la niebla
de los inviernos
transfigurados
los de la nostalgia lejana
y griega
se ve nada más que el único
vidrio
del ojo ciclópico de Teotihuacán
revoloteando en su mediodía
donde y cuando todo se arde
sin piedad y sin costumbre
donde la vía láctea se
cruza
con la vejez de los niños difuntos
los que transpiraban sobre
la piedra milenial de los
mayas
aunque uno no sepa porqué
pero yo digo “sí” cada vez
que
me encuentro dentro la
música
de la pintura galáctica
helada
que se pone en la oreja
entera
de la ninfa eco cuyos
pechos
sumergidos en un sueño
devastador e imperfecto
me llaman desde su antro
de mitos indescifrables
porque en ese momento
preciso
me encuentro también dentro
lo inmenso que es el caos
del primer pensamiento
el de espuma y enojo sin
luz
porque tan furiosamente me
encuentro en lo inmenso
que no hay luna que me dé
sus manos ahogadas para
conducirme hasta la otra
orilla
que no hay estrella que me
haga
animal de hocico acendrado
en busca de su amor/sombra
++++++++++++++++++++++
no hay planeta tan
derrumbado
que no tenga su espejo roto
su otro del tamaño de tinta
china
ni su poco de espesura que
es
el agua quebrada del pasado
pero a nosotros ¿quién nos
arrojó
dentro de esta vida tan
frágil
de yerba y rocío sin
esperanza?
¿quién nos sacó de ese
siglo
cuando vivimos en el útero?
¿para qué seguir caminando?
¿para qué seguir en ese
gran “entonces”
donde no se pueden
vislumbrar
los otros “pues”? y siempre
llega más tarde el “nunca”
de las vidas paralelas del
sol
pero ¿para qué seguir hasta
el puro y mero fin del día
sin el olfato de la
hormiga
que se sabe del mundo
anterior?
hasta las abejas en su
infierno
de hielo saben lo poco que
queda de la luz inmemorial
pero de nosotros ¿qué queda
nada sino el ruido de
nuestra
caída inefable hacia qué?
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día tras día en lo inmenso
que es la arena de los sueños
esa playa infinita de gris
queriendo
ser amarillo sin decir nada
de rojo color de los dioses
que se esconden en la piel
del aire para atisbar lo
tonto
de los hombres en sus
quehaceres
locos e innumerables
atravesando
lo inmenso del inconsciente
llamando a veces a un
amante
sin nombre a un amante ya
perdido en las redes de la
memoria
“acaso somos seres sin
peso?”
¿con qué manos pensar
ternura?
vamos caminando postergando
las huellas del porvenir
nomás
para encontrar el bulto
invisible
de un ayer desconocido y
verde
como una torre de hiedra
pulsante con lo inmenso
eso de las historias sin
palabras
que se cuentan antes de
nacer
a los de la fase inescrutable
de la muerte bailando como
luciérnagas en su cielo de
selvas inmensas y erróneas
una añoranza sin plenitud
ese vacío inagotable
¡lo inmenso!
tantas lágrimas derramadas
para el hermano ausente
el que al doblar la esquina
se fue hacia los mares de
luz
en busca de su propio
nombre
en busca de su césped
donde lo inmenso
cae de su sombra
más abajo
de todo
lo dicho
y
Iván Argüelles. Poeta norteamericano de raíces mexicanas. Es gemelo idéntico de José Arguelles "Valum Votan" fallecido en 2011. Entre sus libros: Orphic cantos (2016) y FIAT LUX (2014), los dos (entre otros) editados por John M. Bennett (Luna Bisonte Pubs). El libro A Day in the Sun (2012) (el mismo editor) es un homenaje su hermano. Más información sobre el trabajo artístico del autor en: Wikipedia.
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