POESÍA Aire de vientre desnudo | Blanca Vázquez


§

Amarillean las hojas por el frío,
los ojos se quedan atorados,
un altavoz vende la muerte como si ésta costara nada.
Una gota de saliva se estrella en el pavimento,
ese, el hombre  parece más un fantasma,
el saco gris le queda grande y sus zapatos pequeños para sus sueños
le han secado la garganta, el hombre no tiene rostro,
es igual a esos otros que caminan en esta tarde vacía,
que lamen el aire de vientre desnudo
mientras transcurren las semanas.


§

Golpea el claxon como se golpean las horas en una tarde de oficina,
la boca le sabe a miel,
esa miel que se pega entre los dientes,
que se vuelve pastosa, simple,
agria.
No tiene tiempo de ver el cielo empedrado,
la casa que ríe,
los calcetines que vuelan,
el gato con lentes,
la luz dentro del agua.
El claxon se queja desde adentro,
se duele como calle a medianoche,
puñado de sombras que no hablan.


BLANCA VÁZQUEZ nació en el Distrito Federal, en 1973. Su vida ha transcurrido en el estado suriano de Guerrero. Estudió Literatura Hispanoamericana y es maestra en Estudios Socioterritoriales y doctorante de Literatura. Ha publicado Los letargos de Artume (La Tarántula Dormida); Ojos de lechuza (Rojo Siena) y El corazón en la mano (Editorial Fridaura). Imparte clases en la Universidad Autónoma de Guerrero.

Ilustración de Christine Comyn

0 Comentarios