MONOGRÁFICA LAGUNA Saúl Rosales Carrillo, pionero de la literatura en la Comarca Lagunera | Karina Trujillo


SAÚL ROSALES
Nació el 29 de octubre de 1940 en Torreón, Coahuila. Ingresó a la Academia como miembro correspondiente en Torreón en el 2003.
En la juventud trabajó como linotipista en la editorial Torreón, y después como corrector de pruebas en la editorial Era. Posteriormente se trasladó a la ciudad de México para entrar a la Escuela Militar de Mecánica en Aviación; tres años después se graduó como sargento segundo. No obstante, pidió su licencia limitada del Ejército y se dedicó al periodismo como reportero en El día y como editorialista en el Sol de México y Ovaciones. En 1969 desempeñó el cargo de editor de publicaciones periodísticas en la Dirección General de Información de la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Dirección General de Información de la Secretaría de Educación Pública. 
Ha sido colaborador, editor director y articulista en periódicos y revistas como Insurgencia Popular del Partido Mexicano del trabajo. En Torreón fue jefe de redacción de la Opinión de la Tarde y director del suplemento Opinión Cultural de La Opinión. Asimismo, coordinó el suplemento Presencia. Enlace Universitario de El Siglo de Torreón.
Ha sido profesor de literatura y redacción en instituciones como la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, la Universidad La Salle, en donde fue miembro del consejo de redacción de la revista Logos. También, en la Universidad Iberoamericana, plantel Laguna, en la Facultad de Economía y en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, lugar donde coordinó la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila. De igual manera, fue profesor de literatura y periodismo en el Instituto Superior de Ciencia y Tecnología.


PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS
Algunas de las distinciones y premios que ha recibido son la Presea Capullo de Oro otorgada por el Ayuntamiento de Torreón (1990), asimismo, el ayuntamiento lo declaró “Ciudadano distinguido” en 1991. Mención honorífica en el Premio Estatal de Cuento Julio Torri (1997) y el reconocimiento “Creador Emérito” por el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Coahuila (1998). Se le otorgó la Medalla al Mérito Universitario “Miguel Ramos Arizpe”, de la Universidad Autónoma de Coahuila, en 2004. Su volumen de cuentos Autorretrato con Rulfo fue seleccionado para la colección “Literatura Mexicana Contemporánea ¿Ya Leíssste?”


OBRAS
Su obra es muy variada, puesto que ha desarrollado géneros como poesía, cuento y ensayo. En cuento podemos encontrar títulos como: Vuelo imprevisto (1990), “Sol negro” y “Sex marketing” en Botella al mar. Crestomatía narrativa (1990), “Urbe sosegada” en Innovación y permanencia en la literatura coahuilense, Cuentos de la laguna (1993), Autorretrato con Rulfo (1995), Trópico de cucarachas (1997), entre otros. En ensayo: Brevísima crónica del algodón de La Laguna (1992), “Liminar”, “El estigma feudal del don”, “El descubrimiento de América por Mayakovski”, “La seducción telúrica de Colón”, “Voces interiores” en Blanco Móvil, entre otros. En poesía: Vestigios de Eros (1984), Los juglares de El Juglar (1992), “Erección del naranjo”, “Río de la desesperanza”, “Lunario de navegaciones” y otros poemas en Estepa de Nazas, “Diáfano” en Expresión (1998), etcétera. En 2011 presentó dos obras: Un año con el Quijote, selección de reflexiones que el autor escribió después de cuatro décadas de transitar las aventuras del ingenioso Hidalgo y su inseparable escudero y Poesía de la Música Grande, una compilación de textos sobre música clásica, con especial énfasis en observaciones sobre la Camerata de Coahuila, la mayoría publicados en El Siglo de Torreón. También es autor de Don Quijote, periodistas y comunicadores; así como de los libros El teatro en La Laguna 1982-1992Jales sobre habla lagunera, Mi iconografía del barrio de YáñezReseñas y señales de narrativa y poesía laguneras y de la obra de teatro Laguna de luz


SELECCIÓN POÉTICA

Oda al tocadiscos

Para Berta Alicia, 
Carlos y Margarita Ochoa

Aquellos que no conocí
con su corola abierta para entregar su ofrenda
de belleza, generosidad, ingenio y emociones
fonógrafo tenían por nombre
y ya hacían posible
lo que no se atrevieron a soñar
perdidos como estaban de las glorias terrenales
los músicos y los cantantes que antaño atesoraron
la munificencia que la humanidad posterior
disfrutaría.

Al tocadiscos sí lo conocí.
Como a tantas otras cosas
lo vi y me acostumbré a verlo
en el horizonte vedado por el vidrio
(el vidrio
esa transparente forma de la imposibilidad).
Las aleves gratificaciones
con que el salario diezma los sueños del obrero
incluyen compras en abonos
de un tocadiscos portátil, por ejemplo.
Yo lo tuve.

El tocadiscos portátil en abonos adquirido
me permitió multiplicar
una felicidad que se encontraba en el mercado
la música no esparcida por el radio
por el viejo radio eléctrico
de bulbos y gabinete de madera
allá a la mitad del siglo veinte.

Gracias al tocadiscos uno puede escuchar
muchas más veces que pudieron
sus autores escucharla
la música aportada por grandes alegrías
grandes pasiones
grandes urgencias del espíritu de dar.

Esa es la idea.
Gracias al fonógrafo
al tocadiscos
y al aún vigente discompacto
uno puede escuchar
muchas más veces
que pudieron escuchar ellos sus obras
las obras de los más grandes autores.


Antes del alba

Para Magda Madero G.

Antes del alba y en el yugo del insomnio
no de la inabarcable diacronía del corazón
ni de la luminosa corteza cerebral
sino de la ciénaga turbia de la noche
brotan los poemas.

Otros forcejean para salir no porque vislumbran
sino porque ponen en el alba la confianza.
Antes del alba
la desesperación que encona la vesania del insomnio
reúne y dicta poemas legamosos
y en la atmósfera de cieno del poemario
como relámpagos sutiles
de pronto esplenden luces de optimismo.

Si antes del alba no angustia la duda de que el alba llega
parece que la tardanza la hubiera escamoteado.


Punzada de futuro

Sobre los escombros de los muertos
el hombre sin andamios se incorpora
se arroja a existir
a leer sobre la piel de los hechos
que sólo el dolor es infinito.
Una llaga debajo del sol los sueños nos apaga
enturbia el pecho con hedor inmarcesible
con insobornable caricia de hueso solitario
y es entonces que el tiempo es algo inútil
como matar sin odio
como saber a destiempo que la tierra
nos da el beso más largo y silencioso.
El hombre existe
en la sombra pendiente de su lecho
y en la brisa de su palabra tibia
que se vuelve polen
y en el corazón dubita transitoria.
La cotidianidad cruje bajo el peso de su paso
cuando al hombre le hiere el egoísmo
que es agudo y audaz
como estocada de futuro.

Poemas tomados de Dialéctica de la pasión (2007). 

Más poemas de Saúl Rosales en Bitácora de vuelos 

Nota: Fotos del autor tomadas de diversos sitios de internet y proporcionadas por Google imágenes. 

BIBLIOGRAFÍA
1. Academia Mexicana de la Lengua. (2017). Saúl Rosales Carrillo
2. Ibarra, G. (2015). Festival de la lectura: Homenaje al escritor Saúl Rosales Carrillo. Educación, ciencia, arte y tecnológia, 99. 
3. Hernández, I. (2017). Saúl Rosales, de oficio testigo. El Siglo de Torreón
4. Niño, D. (2014). El plumbismo en la literatura de Saúl Rosales. Globedia, El diario colaborativo.
5. (2011). Poemas de Saúl Rosales. Terrenos Impracticables
6. Rosales, S. (2007). “Oda al tocadiscos”. Dialéctica de la pasión


KARINA JUDITH TRUJILLO REYES. Alumna de la licenciatura en Administración de Empresas Turísticas, UANE, campus Torreón.

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