TEXTOS CARDINALES Nubes vacías | Clara Janés


EN LA ARENA

VOLVÍ a echar la red al aire
y el aire entre las mallas
se escapaba
y en la arena los pájaros morían
y el sol quemaba el horizonte
llamando a las cenizas.
La palabra sin cáscara
era vana:
al descubierto quedaban la ficción
y su intento.
Exangües la esperanza y la fe
recogían el último suspiro del amor.
Y en la arena los pájaros morían
y en la arena desfallecía el sueño.

Entre las nubes blancas
una vela sin rumbo
se perdía.


Y LA QUIETUD

DIJE a la fuente seca
que el recuerdo del agua
se hallaba en el plano de la nube.
Llegó un viento
y lo barrió.
La claridad descendía...

¡Persigue las líneas
de su movimiento,
aunque sólo movimiento
alcances!
Tu boca se llenará
de aliento de vida,
y de números y flores...

Pero, inasibles,
las cifras y las plantas
se fundían.
Dije a la fuente seca:
hay manantiales ocultos
incluso en campo baldío.

Y la quietud
es el punto microscópico
del movimiento
elevado al infinito.


NUBES VACÍAS

NUNCA llegarás a estas hojas
acristaladas por la luz
a la orilla del río.
En reverbero de aire
se configuran;
son ilusión a los ojos;
y con ellas,
como ilusión aparece
cuanto fue proximidad,
se expande
en nubes vacías,
mientras amaina el presente.

Y flota un ser silencioso
que se aleja.

Y se aleja de igual forma
el paso que lo persigue,

imantado
por el único camino
hacia la muerte.


Poemas tomados del libro Estructuras disipativas (2017).


CLARA JANÉS. Escritora y traductora, hija del poeta y editor Josep Janés, estudió Filosofía y Letras en Barcelona y Pamplona, ciudad en la que se licenció, y obtuvo el grado de Maître és Lettres en Literatura Comparada por la Universidad de París IV Sorbona. Su obra, «enriquecida por sus contactos con las artes plásticas y la música», tal como señala José Antonio Llera en el Diccionario biográfico español (2011), se adentra en géneros muy diversos: novela, memorias, biografía, teatro, ensayo y, especialmente, poesía. Su obra poética, que ha sido traducida a más de veinte idiomas, «se caracteriza por un sincretismo que funde la plenitud del eros femenino con diversas mitologías y tradiciones místicas, plasmándose en una palabra tensa y desnuda que sigue la senda de la revelación», en palabras de Llera. Su primer poemario, Las estrellas vencidas, apareció en 1964. Destacan otros como Límite humano (1974), En busca de Cordelia y poemas rumanos (1975), Antología personal (1979), Libro de alienaciones (1980), Eros (1981), y Vivir, por el que consiguió el Premio de Poesía Ciudad de Barcelona en 1983, año a partir del cual empezó a participar en encuentros literarios nacionales e internacionales. Asimismo cabe destacar otros poemarios posteriores, como Diván del ópalo de fuego (1996), La indetenible quietud (1998), El libro de los pájaros (1999), Arcángel de sombra, por el que obtuvo el Premio Ciudad de Melilla en 1998, o Los secretos del bosque, Premio Jaime Gil de Biedma 2002. Más información aquí

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