#SISMOMÉXICO2017 El país de las ruinas | Ariel Reséndiz


Grietas en los escombros de un país en ruinas.
Forajidos, bandidos y salvajes entre las embestidas.
Ruinas, grietas de mis alegrías, de nuestras ironías en estas noches intranquilas.
Desmoronamiento de la razón, abnegación por mi indignación.
Prófugos y solidarios con indigestión.
El murmullo de los cimientos y el aullar de binomios en alusión.

Corazones: bombas hidráulicas que sacan el cascajo de los afectos. Escuchar a los adeptos:
–¿Lloras?
–No. No lloro, se me metió un sismo en los ojos.

Bienvenidos al país de las ruinas.
                        Las mil y una noches intranquilas.
Grietas que se cubren con plastilina amasando las salidas (también las bienvenidas).
 El triste juego de las escondidas.
                                   1, 2, 3, por mí y por todos mis amigos.
El vals de los condenados: asalariados ciudadanos.
                        La catrina danza divinos pasos.
Chambelanes: políticos y empresarios.
Todos vengan a celebrar sus 32 años.
 1, 2, 3, pas de bourrée.
«Una desgracia puede tener éxito en el mercado»
Mientras el cascajo de la memoria se aglutina.
La vida se monopoliza.
Retengan la esperanza con aullidos fáticos: Fridas y salmos.
Almas quebrándose cual cristal.
Contra cuarteadas y coartadas.
 –No nos han cortado por la misma tijera.
Reza la inmobiliaria.

Grietas para una generación en ruinas.
Nuestras viejas-nuevas heridas
 abiertas como Cristos en las capillas.
Qué se desangren
  llevándose el cascajo de las avenidas.
Hermosas alegrías mínimas.
Infectos en demasía.
El efecto gota de las embestidas.
Me miras
                                   Te miras
Espejo de los días
              Catarsis en las esquinas
Sismos
       convulS.O.S
          obtuS.O.S

Chimalpopoca todo resquebrajado
        Y un Tezcatlipoca Negro irritado

La “normalidad” es una costurera atrapada en la ru(t)ina
laboral
 (salarial).

                El triste juego de las escondidas
1 costurera
         2 costureras
3 costureras          
                                   Salvación
 Por mí y por todos mis amigos
      

ARIEL RESÉNDIZ. Escritor de closet. Paseante en esta vida y las muchas otras posibles. Vividor en el mejor sentido de la palabra y también en el peor sentido. Amargo y directo. Nacido en la periferia de la ciudad más grande y frágil. Espera no pertenecer al club de los 27. En especial porque no es rockero, ni poeta; mucho menos artista consagrado. No joven con beca del FONCA; mucho menos orador, ni traductor. No es nada. No quiere ser nada. Nunca será nada… y no, tampoco tiene todos los sueños del mundo. (No soporta a Pessoa).

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