Las ideas tienen que ir unidas a la acción; si no hay sexo ni
vitalidad en ellas, no hay acción. Las ideas no pueden existir solas en el
vacío de la mente. Las ideas están relacionadas con la vida: ideas hepáticas,
ideas renales, ideas intersticiales. Si sólo hubiera sido por una idea,
Copérnico habría hecho añicos el macrocosmos existente y Colón habría zozobrado
en el mar de los Sargazos. La estética de la idea produce macetas, y las
macetas se colocan en el alféizar de la ventana. Pero, si no hubiera lluvia ni
sol, ¿de qué serviría colocar las macetas fuera de la ventana?
Henry Miller, Trópico de Cáncer, Bruguera, Barcelona, 1979.
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