NOVEDAD EDITORIAL Apócrifo, de Hiram Barrios | Redacción Bitácora de vuelos


Bitácora de vuelos les comparte un fragmento del libro Apócrifo (aforismos) (Naveluz-UNAM, 2018) de Hiram Barrios, con prólogo de José Luis Morante. 
          Hiram Barrios (1983), es escritor, traductor y catedrático. Ha publicado cuentos, ensayos y reseñas en revistas, periódicos y suplementos culturales de México, Colombia, Venezuela, Argentina y España. Compiló Gotas tóxicas. Aforismos y minificciones de Sergio Golwarz (Cuadrivio, 2015) y Lapidario. Antología del aforismo mexicano (FOEM, 2015). Traduce poesía y narrativa del italiano. Preparó la antología bilingüe Voces paranoicas de Eros Alesi (Cuadrivio, 2013). Es autor de los libros de ensayo El monstruo y otras mariposas (UNAM-Naveluz, 2013) y Las otras vanguardias (UANL, 2016), y del título de aforismos Apócrifo (Ajenjo, 2014; 2ª ed. aumentada, Naveluz-UNAM, 2018). Facebook del autor

PRÓLOGO [FRAGMENTO]

Escribir aforismos es alzar un entorno de habitaciones soleadas con una buena orientación que propicie borrar sombras y convoque al desaprendizaje para que el trazo sutil de la existencia avance con nutrientes nuevos, inmediatos, volátiles y el activo destello del relámpago.
En el remanso de Apócrifo siempre hay sitio para la gota de claridad inesperada en la que se despliega la capacidad oratoria de la inteligencia y el necesario silencio: “Callemos mejor para entendernos”. Así afloran las aristas de un tiempo fermentado que el aforismo se empeña en moldear para lijar sus distorsiones.
Es un quehacer continuo y atomizado, con voluntad, con fe, sabiendo mientras camina que “el aforismo es un atajo”.

José Luis Morante


APÓCRIFO (AFORISMOS)
Estando a solas no me he sentido solo. Acompañado sí.


De niño hablaba con dios sin recibir respuesta; ahora, adulto, escucho los susurros del diablo sin pedirle consejo.


Perdí todo: no tenía nada, aun así me robaron.


En la infancia viví la gloria y la ruina. Lo demás ha sido visitar escombros.


Los mejores aforismos los escupo en la calle. En el asfalto está mi aforística.  


Ama: enrosca tus tentáculos.


Adivinanza
Tu miedo es su guarida.


Escribir es habitar una cárcel. Leer es construir un refugio.


La gracia de los proverbios: que se contradicen; la desgracia de los aforismos: que no dejan de hacerlo.


Epitafio
El peor libro que escribí fue mi vida.


La verdad, como la serpiente, cambia de piel.


No hay filosofía que pueda salvarte de ti.
La verdad ha sido una utopía del lenguaje. La mentira es más antigua.


Ni siquiera la traición, la mentira o la vileza son propias de nuestra especie. Ni en eso somos originales.


La naturaleza deja huellas; el hombre, heridas.


Todo lo que distingue al hombre lo encarcela: el lenguaje, la razón, la moral…


El traje es la jaula de la fiera, y entre más elegante o costoso: ¡peor el animal!


La vida es un naufragio permanente: nunca dejas de hundirte.


El homo sapiens es una pieza irregular en el rompecabezas de los homínidos.


Bajar las escaleras es un arte; subirlas, una filosofía.


Inteligencia: la suma de tus desengaños.


Ser frío y cálido, como depredador.


Pensar es observarse en un espejo cuarteado. Escribir es cortarse con él.


El silencio es una palabra divina. La única que conocemos.


Sólo los verdaderos blasfemos tendrán una oportunidad de redención. Los demás arderemos sin piedad en el infierno.


La escritura es religión o blasfemia.


Iluminación.
Reconocer que nadie se ocupará de tus obras cuando hayas muerto, como nadie se ocupó de ellas mientras vivías.


Libro disponible en Librerías UNAM.

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