POESÍA Ciudad del sueño | Sugey Navarro


I

Es la mañana, lienzo en los rascacielos
tendida, un tragaluz gigante.
El sol yace dentro, atrás de las ventanas
−ojos de construcciones−
nace la luz, las horas marca.

Avanzamos soñando despiertos.

Dormimos todos con la misma sábana,
hacemos el amor bajo esta misma noche-día,
sin saber quién habita al lado de la casa.

Hablan más los anuncios que el transeúnte.
Aquí las paredes gritan mandamientos
que a ojos cerrados creemos.

Nuestras miradas han dejado de cruzarse,
los ojos de las construcciones hablan entre ellos.
Nosotros, mudos, avanzamos con letargo.
Andamos en inercia, prisa, destiempo.


II

Entre más calles, siempre se andan las mismas
​​      es tiempo
​​      es miedo
​​      es hielo
​​      el pretexto.
Habrá que ser turistas en la propia casa
para dejar de obviar el duro asfalto.

Resulta necesario estar a veces
afuera y cada vez más lejos
abrir el paso, vuelta a la memoria
hacer hervir eso que bulle dentro,
buscar la lava envuelta en pavimento
encontrar fuego debajo del paso.

Las ventanas asolean al día.

¿Viste el brillo que arde en el concreto?
Ojos de los edificios, miradas de fuego.

Cuántas ventanas encienden el día
Cuántos pequeños soles. Cuántos.


III

Hay que plantarse fuera, detrás de la malla
entre los barrotes, sobre la frontera
entrar y ver esa cama vacía
la única, inmóvil, en tu espera.

Siempre habrá quien colme el espacio
que habrías ocupado, aún tibio.
Un respiro más, es igual a uno menos
cuando la ciudad ya se encuentra repleta
y todo hostal y rincón están llenos.

“El sueño es un buen colchón para el cansancio”
y esta es la ciudad, el lugar de los sueños
donde nadie encuentra descanso.

Ardemos bajo los ojos de fuego.
nos fundimos sobre el asfalto.

Poema que resultó ganador del concurso número 5 del taller en línea #EscribirPoesía.

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