TEXTOS CARDINALES El cuento de la criada (Fragmento) | Margaret Atwood


Me pongo de pie en la oscuridad y empiezo a desabotonarme. Entonces oigo algo dentro de mi cuerpo. Me he roto, algo se me ha partido, debe de ser eso. El ruido sube y sale desde el lugar roto hasta mi cara. Sin advertencia: yo no estaba pensando en nada. Si dejo que este sonido salga al aire, se convertirá en una carcajada demasiado fuerte, alguien podría oír y entonces habría idas y venidas, órdenes y quién sabe qué más. Conclusión: emoción inadecuada a las circunstancias. El útero que desvaría solían pensar. Histeria. Y luego una aguja, una píldora. Podría ser fatal.
        Me pongo las dos manos delante de la boca, como si estuviera a punto de vomitar; caigo de rodillas, la carcajada hierve en mi garganta como si fuera lava. Gateo hasta el armario y subo las rodillas; me voy a ahogar aquí dentro. Me duelen las costillas de tanto contener la risa. Tiemblo, me sacudo, sísmica, voy a estallar como un volcán. El armario queda completamente rojo, carcajada rima con preñada, oh, morirse de risa.
       Oculto la cara en los pliegues de la capa colgada, cierro con fuerza los ojos y me empiezan a brotar las lágrimas. Intento calmarme.
        Al cabo de un rato se me pasa, como si se tratara de un ataque de epilepsia. Aquí estoy, dentro del armario. Nolite te bastardes carborundorum. No puedo verlo en la oscuridad, pero sigo las diminutas letras con la punta de los dedos, como si se tratara de un código en Braille. Ahora resuena en mi cabeza, no tanto como una oración sino como una orden, ¿pero para hacer qué? En cualquier caso, para mí es inútil, es como un antiguo jeroglífico cuya clave se ha perdido. ¿Por qué lo escribió, por qué se molestó en hacerlo? No hay manera de salir de aquí.
        Me quedo acostada en el suelo, respirando aceleradamente, luego más despacio, nivelando la respiración, como en los ejercicios para el parto. Lo único que oigo ahora es el sonido de mi corazón, que se abre y se cierra, se abre y se cierra, se abre.


Texto tomado del libro de mismo nombre, ediciones Salamandra.

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MARGARET ATWOOD. Nació el 18 de noviembre de 1939 en Ottawa y creció en el norte de Quebec, Ontario, y Toronto. Cursó estudios en las universidades de Toronto, el Radcliffe College y de Harvard. Su primer libro de poesía, Double Persephone, se publicó en 1961. Fue profesora de literatura inglesa en diversas universidades canadienses (1964-1972) y lectora en la Universidad de Toronto (1972-1973). Ganó reconocimiento con The Edible Woman (1969), Resurgir (1972), Lady Oracle (1976), Life Before Man (1979) y Ojo de gato (1989). Autora de más de veinte libros de novelas, cuentos, poesía y crítica literaria. Interesada por el avance científico y, especialmente, la función renovadora del movimiento feminista en la sociedad, considera que la aportación más radical del feminismo es su esencia, «ayudar a las mujeres a confiar en sus posibilidades», como reflejan sus obras Juegos de poder (poesía), publicada en 1971 y una de las pioneras en este campo en su país, junto con su ensayo Second words (1982). Ha sido galardonada con numerosos premios. Su novela The Robber Bride (1993), fue co-ganadora del «Premio Trillium» en 1994. El conjunto de su obra fue premiado con el «Premio internacional del Welsh Arts Councils» (1982). Ha residido en Boston, Vancouver, Edmonton, Montreal, Berlín, Edimburgo, Londres y el sur de Francia. El 25 de junio de 2008 fue reconocida con el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2008. La candidatura de Atwood llegó a las últimas rondas de votaciones del jurado junto a las del autor español Juan Goytisolo, el británico Ian McEwan y el albanés Ismail Kadaré. El premio está dotado con 50 000 euros y una escultura de Joan Miró.

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