Hace poco se
conmemoró la muerte de una de las más grandes y poco reconocidas escritoras que
el mundo de la literatura ha podido conocer. Yo la descubrí casi de casualidad
y es una pena puesto que es una de las más grandes y hoy en día, en los tiempos
que corren, creo que es necesario reivindicar mujeres como Sylvia Plath.
Poeta, ensayista,
escritora, pero sobretodo mujer. Una mujer que vivió toda su vida atormentada
por varios intentos de suicidios y poco entendida, para mi gusto. Muchas de las
mujeres de su tiempo o anteriores a ella que se atrevieron a escribir tuvieron
que luchar contra depresiones, los llamados “histerismos”, suicidios o la
soledad. Me he fijado a lo largo de años de estudios de estas mujeres como
Plath, Virginia Woolf o Emily Dickinson, otra gran poeta, que todas tuvieron
que lidiar con depresiones y falta de empatía por parte de la sociedad de su
tiempo.
Hoy
en día que estamos luchando las mujeres por nuestro lugar tenemos que agradecer
a todas esas mujeres que lucharon por nosotras. Y el mundo de la literatura no
se queda atrás. Para mí son grandes referentes literarios pero sobretodo
grandes referentes de mujeres independientes y luchadoras. Pero lo que tenemos
que plantearnos es el por qué llegaron a estos estados depresivos. Todas ellas
luchaban contra el mundo machista en sus profesiones pero sobretodo en sus
vidas diarias. Porque qué importante era y es tener un espacio propio, como lo
decía Virginia Woolf o qué importante es que los hombres se responsabilicen de
sus hijos. Cosas que hoy luchamos, ellas lo padecían.
Sylvia tuvo que
criar a dos hijos, superar un aborto y tener que tolerar como podía las
aventuras amorosas de su marido, el famoso escritor Ted Hughes. Muchas
feministas le atribuyen el suicidio de Plath a Hughes, puesto que Plath ya
había mostrado síntomas de intentos de suicidios en varios de sus escritos,
entre ellos el más famoso La campana de Cristal. Un relato autobiográfico a
través de un monólogo interior sobre sus luchas internas. Un texto que ensalza
la poesía confesional, muy importante entre las mujeres poetas. El poder
expresar a través de sus textos detalles íntimos de sus desórdenes mentales o
de su sexualidad. Temas tabúes para las mujeres de principio de siglo XX y ya
ni qué decir de siglos anteriores.
Los
abortos en las mujeres son más frecuentes de lo que nos suponemos y la sociedad
no le da la importancia que para estas mujeres significa la muerte de un hijo.
Creo que el aborto, los hijos y la falta de atención de un marido machista y
distante fueron grandes detonantes en la vida de Plath. La carga mental que
tenemos que soportar las mujeres es algo que nos puede superar y tras una depresión
pos parto, se debería de analizar una depresión más allá del embarazo. La
crianza de los niños nos hace vulnerables y la sociedad nos sigue atribuyendo
súper poderes para seguir adelante.
Creo
que Sylvia Plath no es sólo un símbolo de la lucha feminista, sino también un
símbolo y ejemplo para madres de todo el mundo. Sus frustraciones personales y
profesionales la dejaron casi sin respirar. Después de una dura separación y de
tener que criar ella sola a sus hijos, sin dinero y sin reconocimiento, se
quitó la vida con sólo 30 años. Una vida truncada y una figura literaria
resignada al fracaso. Por eso no quiero dejar de recordar a esta mujer
extraordinaria que luchó contra ella misma, contra la sociedad, contra su
marido y contra el mundo para al final perder. Puede que se nos fuese pronto,
pero mientras estemos nosotras las escritoras para recordar a las nuevas
generaciones que muchas se nos fueron por el camino pero sus obras seguirán
dando guerra más allá de la muerte y de la tumba. Aquí os dejo un poema para
que disfrutéis de su magnífica obra:
LORELEI*
No
es noche ésta de ahogarse:
luna llena, reacio
río bajo luz suave,
luna llena, reacio
río bajo luz suave,
acuosas
nieblas bajan
tupidas como redes
cuyos dueños reposan,
tupidas como redes
cuyos dueños reposan,
traduciéndose
en vidrio
lúcido mientras flotan
las torres del castillo
lúcido mientras flotan
las torres del castillo
hacia
mí hiriendo el rostro
del silencio. Ascienden
sus miembros poderosos
del silencio. Ascienden
sus miembros poderosos
y
álgidos, pelo grave
más que mármol, y cantan
de un mundo más amable
más que mármol, y cantan
de un mundo más amable
que
ninguno. Estos cantos,
hermanas, sobrepasan
al oído gastado
hermanas, sobrepasan
al oído gastado
que
aquí, en el campo, escucha
bajo el orden impuesto.
La armonía caduca
bajo el orden impuesto.
La armonía caduca
el
orden que vosotras
sitiáis con vuestras voces.
Vivís entre las rocas
sitiáis con vuestras voces.
Vivís entre las rocas
de
oníricas promesas
de refugio. De día
bajáis de la pereza,
de refugio. De día
bajáis de la pereza,
de
altas ventanas. Peor
que vuestro enloquecido
canto o mudez. La voz
que vuestro enloquecido
canto o mudez. La voz
de
vuestro fondo llama:
embriaguez del abismo.
Oh río, veo tu larga
embriaguez del abismo.
Oh río, veo tu larga
y
honda línea argentina,
esas diosas de paz.
Piedra, piedra, me abismas.
esas diosas de paz.
Piedra, piedra, me abismas.
(*Traducción
de Jesús Pardo)
URLA POPPE
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