Este año 2019 se
cumplen 200 años de la publicación de un cuento que ha trascendido a su propio
autor y que ha plasmado en la mente de las personas esa imagen idílica y
romántica del vampiro.
John William Polidori puede que no
llegase a ser un gran escritor ni mucho menos una persona sobresaliente, pero
sí vivió una gran aventura junto a un gran poeta inglés del siglo XIX como lo
fue Lord Byron. Me imagino lo difícil que le resultaría a Polidori figurar o
por lo menos salir detrás de las sombras de aquel gran poeta.
Como muchos jóvenes de su entorno de la
época romántica inglesa realizaban viajes por Europa junto a destacados
personajes y Polidori no iba a ser menos. Estos viajes se les conoce con el
nombre de Grand Tour. Byron lo contrató como médico personal y éste lo acompañó
en sus escandalosas “aventuras”, a la vez que tenía que aguantar muchas veces
las burlas del poeta, el cual le llamaba “Poor Polly-Dolly”.
Polidori tuvo una vida plagada de fracasos tras la sombra de un grande como Byron y con 25 años se suicidó. No sin antes dejarnos escrito una maravillosa historia, la cual lo ha eclipsado con el paso de los años.
El vampiro (The Vampyre) es
una historia que se gestó en una noche, hoy ya mítica y que logró poner a Mary
Shelley en el punto de mira al crear a su famosa criatura. El mal llamado “sin
verano” de 1816 a la orilla del lago de Ginebra, en la villa Diodati, el grupo
encabezado por Byron decidió que para pasar las largas y frías noches se
contasen entre ellos cuentos de terror. Una gran idea para pasar los veranos y
que debemos agradecer a la climatología suiza por menudo regalo, un tanto
inesperado.
Al margen de Shelley, Polidori formó en
su cabeza una imagen romántica de un vampiro, muy misteriosamente, parecida a
Byron.
Lord Ruthven, un aristocrático frío,
distante, seductor y con una vida llena de escándalos para la época, empieza un
viaje junto a un joven iluso e infantil por Europa, Aubrey. Curiosamente
Polidori nombró a su vampiro con el nombre que le dio Caroline Lamb, antigua
amante de Byron, a su personaje basado en Byron en su obra “ Glenarvon”.
Lord Ruthven se presenta como un ser
frío y distante que atrae a las mujeres y no tiene ningún pudor en vivir una
vida llena de excesos y que Aubrey se encarga de plasmar un este maravilloso
relato gótico.
La publicación del cuento se hizo de
forma anónima y muchos, desde un principio, atribuyeron la autoría a Byron.
Éste se sintió bastante ofendido por ello y escribió una carta negando ser el
autor del cuento, el cual le parecía estúpido y que no quería que ligasen su
nombre y su prestigio a él. Quién le diría hoy en día a Byron lo que ahora
significa el cuento de Polidori.
Como era habitual en el siglo XIX los
cuentos y relatos más famosos eran llevados al teatro, con grandes libertades
tomadas por los nuevos autores y éste no iba a ser menos. Se le cambió el final
y el propio personaje de Ruthven, quien muchas veces y dependiendo del país se
le representaba de diversas maneras. Incluso se le puede ver con falda escocesa
en una versión teatral libre del cuento.
Las obras de teatro le dieron a Lord
Ruthven otro añadido a la imagen del vampiro, la capa. Ésta, aunque parezca
increíble, no sale en el cuento de Polidori. Ésta se añadió para que los
actores pudiesen “desaparecer” mediante una trampilla que había en el escenario
y que con la capa se creaba el efecto de desaparecer. Un gran logro que cautivó
a los espectadores y que hoy no podemos quitarnos de la imagen del vampiro. El
conde Drácula de Bram Stocker es posterior y quien no se imagina al conde con
su chaqueta negra y su capa al vuelo y con esa mirada penetrante e inquietante.
Y así sin querer, Polidori desde aquella
velada en Suiza, engendró un ser mágico y cruel a la vez que nos enamora con
solo una mirada. Desde Ruthven hasta Cullen, los vampiros siempre han tenido esa
imagen de hombre encantador y cautivador, que atrae a todos para chuparnos la
sangre y muchas veces también nuestra alma.
Con motivo de este aniversario, quiero
dar a conocer a todo el que quiera, este extraordinario y clásico cuento, el
cual recomiendo con mucho agrado leer. Es muy corto y no os llevará mucho
tiempo leer, pero la sensación de conocer de dónde se gestó esta imagen del
vampiro, supera con creces la experiencia de la lectura. ¡A disfrutar!
0 Comentarios
Recordamos a nuestros lectores que todo mensaje de crítica, opinión o cuestionamiento sobre notas publicadas en la revista, debe estar firmado e identificado con su nombre completo, correo electrónico o enlace a redes sociales. NO PERMITIMOS MENSAJES ANÓNIMOS. ¡Queremos saber quién eres! Todos los comentarios se moderan y luego se publican. Gracias.