TEATRO Dos paisajes de "Aproximación al interior de una ballena" **Nos acercamos y le pedí que alumbrara con su linterna dentro de la ballena, quería conocer cómo era una ballena por dentro || Ángel Aurelio Hernández Arreola

Recientemente el autor recibió el Premio Bellas Artes Baja California de Dramaturgia Luisa Josefina Hernández 2022, con su obra Cuerpos como bosques.

I. La saliva de dos soldados que ven el mar

—Escupe ahí.
    —Sí.
    —Vamos.
    —Ya… 
    —Escupe más. 
    —¿Más?
    —Más.
    —¿Así?
    —Mejor. 
    —Sí… mejor… ¿no?
    —Sí, mejor. 
    —¿Cuánto fue?
    —¿Cuánto fue qué?
    —¿Cuánta distancia fue?
    —Dos o tres metros... no sé.
    —Es poco.
    —Escupe ahora más lejos.
    —Ya no tengo.
    —¿Qué?
    —Saliva. Me quedé sin nada.
    —Mira. Cinco o seis metros. Gané. Ahora tú.
    —Ya no tengo más.
    —Escupe… mira… seis o siete metros. Gané otra vez.
    —No puedo.
    —Escupe. 
    —Tengo desecha la boca.
    —Escupe.
    —No puedo escupir más… no tengo fuerzas.
    —Escupe.
    —Ya.
    —¿Eso es todo?
    —Sí, eso es todo. El olor del mar me da náusea.
    —¿Oíste?
    —No.
    —Alumbra por ahí.
    —¿Qué es?
    —¿Qué?
    —Allá… en la orilla.
    —Es…
    —Es… una ballena. 
    —Una ballena muerta.
    —¿Muerta? 
    —O a punto de morir.
    — Sí. Como nosotros…


XX. Sepulcro para una ballena

—¿Y si nos llevamos todo?
    —¿Todo?
    —Nadie lo notará.
    —Nadie sabrá que hemos sido nosotros.
    —Nadie.
    —Habría que esconderlo.
    —Enterrémoslo cerca de aquí y vengamos a buscarlo por la noche.
    —Lo sabrán.
    —Nadie se enterará. Aquí nadie se entera de nada.
    —Es verdad.
    —Venderemos esto. Habrá dinero. Habrá suficiente dinero y no será necesario volver por acá jamás.     ¿Te gusta la idea?
    —El ejército nos buscará.
    —El ejército nos buscará, pero tú y yo estaremos ya muy lejos de este lugar.
    —Así parece perfecto, pero en el fondo sabemos que no lo es.
    —Es perfecto. Sólo hace falta enterrar esto en algún lugar.
    —Enterrémoslo. 
    —Mañana ya estaremos lejos. 
    —Mañana.
    —Sí, mañana.
    —¿Qué diablos es mañana?
    —Esa noche. Junto a mi compañero de turno, jugamos apuestas para ver quién escupía más lejos. Él ganaba, por lo regular, él ganaba siempre. Cuando me quedaba sin saliva, me mordía la lengua, para poder escupir por lo menos un poco de sangre. Escupíamos. Luego a la orilla del mar, me pareció escuchar algo, algo grande, pesado que llegaba. “Mira”, dijo él. “Es una ballena”, una ballena muerta que llegó del mar. Nos acercamos y le pedí que alumbrara con su linterna dentro de la ballena, quería conocer cómo era una ballena por dentro. Luego, la miré detenidamente, la miré y vi un paquete color café, encintado como los que buscamos nosotros. Así que supe enseguida de qué se trataba. “Vamos, es nuestro día de suerte”, le dije a Bogie mi compañero. “Estamos de suerte; vendamos esta mierda y salgamos del ejército”. Lo hicimos. Éramos caballeros. Lo hicimos. Nos largamos de ese lugar. Entramos a la ciudad y comenzamos el negocio bajo otra identidad. 
    —El negocio comenzó bien. El negocio comenzó bien. El negocio comenzó bien.
    —El negocio comenzó bien. Sí.
    —Nuestra mercancía era la mejor. Sí. Ese material puro, como la sal, fue fácilmente vendible. Sí. 
    —Los consumidores preferían lo nuestro. Era mejor. Lo nuestro era lo mejor que había.
    —Pronto se corrió el rumor de que esa mierda venía del interior de una ballena.
    —Y entonces la llamaron así… “Ballena”.
    —Sí, le llamaban “Ballena”.  Los adictos no tienen imaginación.
    —Ballena, que podría entrar por cualquier sitio y acelerar el pulso y llevarte a la casa del demonio. 
    —El negocio fue bueno. Fue gratificado. Fue divertido y nos dejó un par de zapatos nuevos. 
    —Compré un reloj para saber la hora y compré un televisor. El resto lo gastamos en comida china. 
    —Pero los otros buscaban a los de la ballena para matarlos. Buscaban a los de la ballena. Los de la buena ballena.
    —Al cabo de un tiempo me fueron a buscar y me encontraron fuera de un restaurant corrí y avisé a Edward. 
    —A Bogie le cortaron tiempo después la cabeza y los pies, lo vi en el mismo televisor que compré.

Textos tomados del libro Aproximación al interior de una ballena. 
Primer premio del I Concurso Nacional de Dramaturgia “Altaír Tejeda de Tamez. 
El libro fue publicado por el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA) en 2012. 
Descargar el libro Aquí

Ángel Aurelio Hernández Arreola ganó el Premio Bellas Artes Baja California de Dramaturgia Luisa Josefina Hernández 2022. 
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), en conjunto con el Gobierno del estado de Baja California, por medio de su Secretaría de Cultura y el Instituto de Cultura de la entidad, anunciaron que el ganador del Premio Bellas Artes Baja California de Dramaturgia Luisa Josefina Hernández 2022 es Ángel Aurelio Hernández Arreola por su obra Cuerpos como bosques.
En entrevista, Ángel Aurelio Hernández Arreola afirma que su obra Cuerpos como bosques, en la cual aborda diversas problemáticas sociales que impactan directamente en ciertos grupos vulnerables de la sociedad, surgió a partir de una de sus investigaciones desarrolladas en el pueblo de Cherán, Michoacán, misma que se centró en la resistencia organizada de sus pobladoras para defender su territorio de vida.
Al referirse al hecho que le llevó a retratar dichas cuestiones mediante su dramaturgia, Hernández Arreola afirma que la motivación principal “fue hacer un estudio sobre la capacidad de una comunidad por desafiar las estructuras de poder, dominación y crimen. Un mapa de resistencia común que hasta este momento se basa en la autonomía y los medios autogestivos”.  Información tomada del INBAL.

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