POETAS ITALIANAS HOY Hasta encontrar la luz: Carla Malerba | Hiram Barrios


La poesía de Carla Malerba escarba en el viaje existencial en el que la memoria juega un papel importante, pues es ésta el salvoconducto que permite enfrentar las pérdidas y los malestares de la vida. La milionesima notte (La millonésima noche, 2023), su colección de poemas más reciente, nace en el momento más difícil de la pandemia provocada por la enfermedad del Covid-19, y se erige contra el sentido de precariedad que nos ha dejado esta experiencia. Se trata de un libro breve, pero contundente, que ofrece una lectura llena de sorpresas y de giros inesperados. Como apunta Gemma Mondanelli: “En su brevedad el libro es muy denso de significados, se lee con lentitud casi para saborear las imágenes de un mundo en agitación que había perdido sus certezas y sus verdades”.

Carla Malerba nos regala una poesía de destellos que alumbran la oscuridad, de susurros que combaten el silencio. Sus palabras brillan para iluminar nuestros pasos. Su voz es la plegaria que nos impulsa a salir de la penumbra. Francesca Robacchi define su apuesta literaria con una puntualidad envidiable: “La profundidad espiritual de las imágenes simbólicas, potenciada por las paráfrasis y metáforas, contribuye a representar las historias de la existencia interior, la emotividad y las afinidades de las pasiones, los momentos de reflexividad como huella indeleble de lo vivido que se sublima en la poesía”. Se trata de una poeta cuya mirada no se detiene hasta encontrar la luz. Y esta luz es como un faro para quien está a punto de zozobrar.

Los poemas aquí reunidos forman parte de La milionesima notte (La millonésima noche, 2023). Agradezco a Carla por permitirme la oportunidad de traducir y dar a conocer a los lectores hispanohablantes una muestra de su poesía. 

*

L’attesa 
è fatta di luci 
che spandono il giallo 
sui vetri 
e di un cielo che sembra caduto 
su questi destini. 
L’attesa che incombe 
distrugge: 
che passi, 
che torni 
la notte a vociare 
richiami, 
che rombi di motociclette 
disturbino il sonno 
piuttosto che il sonno 
ci annulli il domani.


La espera
está hecha de luces 
que expanden el amarillo 
en los cristales 
y de un cielo que parece caído 
sobre estos destinos. 
La espera que se avecina
destruye: 
que pase, 
que vuelva
la noche a vociferar
reclamos, 
que los rugidos de las motos
perturben el sueño 
en lugar de que el sueño 
nos anule el mañana.


*

Di quelle estati 
non ricordo 
che sandali portavo 
ma solo il fruscio 
degli eucalipti 
e quei balli campagnoli. 
L’odore del mare 
e il suo parlare 
e noi per ore 
a districare 
matasse di pensieri. 
La notte era flusso 
di maree 
si consumava 
l’amore fino all’alba 
le barche parevano 
smarrite in alto mare.

De aquellos veranos 
no recuerdo 
que sandalias llevaba 
pero sí el susurro 
de los eucaliptos 
y esos bailes campestres. 
El olor del mar 
y sus palabras 
y nosotros por horas 
desenredando
madejas de pensamientos. 
La noche era flujo 
de las mareas 
se consumía 
el amor hasta el amanecer 
los barcos parecían 
perdidos en alta mar.


*

Quante volte non ci siamo parlati, 
eppure ci udivamo 
nelle notti lunghe 
in cui i ruoli si erano capovolti. 
Ma prevalevano gli sguardi, 
i tuoi azzurri di sempre 
investono ancora la mia mente.
 Mi oppongo alla memoria 
che si disgrega, al pianto 
che non sgorga. 
Tuttavia adattarsi ai giorni 
non è perderti, padre.

Cuantas veces no nos hablamos, 
y aun así nos escuchábamos 
en las noches largas 
en las que se invirtieron los papeles. 
Sin embargo prevalecieron las miradas, 
y tus ojos azules de siempre 
todavía están en mi cabeza.
Me opongo a la memoria 
que se disgrega, al llanto 
que no brota. 
Pero adaptarse a los días 
no es perderte, padre.


*

Quello che resta 
in fondo è la poesia. 
Non ti ricorderai 
di chi l’ha scritta, 
ma sempre e perdurante 
il senso dato, 
il respiro allargato 
nella sosta, nel sogno 
dire ti ho incontrato, 
ho provato in quel giorno 
ed in quell’ora lo smarrimento 
dell’anima che sola 
ancora 
non ha scorto la salita.

Lo que queda 
en el fondo es la poesía. 
No te acordarás
de quien la escribió, 
pero siempre perdura
el sentido dado, 
la respiración profunda
durante una pausa, decir 
en el sueño te encontré, 
sentí ese día 
y en esa hora el desconcierto
del alma que sola 
aún 
no ha encontrado la ascensión.


*

L’oro dei girasoli 
mi hai portato 
invade la stanza 
riverbera di luce 
tra pareti che sanno 
quanto vorremmo 
per un giorno almeno 
essere girasoli 
in mezzo a un campo.

El oro de los girasoles 
que me trajiste
invade la habitación
reverbera de luz 
entre paredes que saben
cuánto anhelamos
al menos por un día 
ser girasoles 
en medio de un campo.


*

Fiore di rovo 
da tracciare a matita 
con linea lieve 
sulla terra scura 
segnata 
dall’arsura dell’inverno. 
La casa ha finestre 
che guardano mute 
chi giù s’aggira 
a cercare segni 
di antichi passaggi 
arabeschi di ghiaccio 
nell’ombra: 
polvere e terra ormai 
i loro cuori 
neppure due sillabe intrecciate 
a segnarne la storia.

Flor de zarza 
para trazar a lápiz 
con una línea tenue 
sobre la tierra oscura 
marcada 
por el ardor del invierno. 
La casa tiene ventanas 
que miran en silencio
a quienes están allá abajo 
en busca de rastros
de antiguos pasajes 
arabescos de hielo 
en la sombra: 
polvo y tierra ahora 
sus corazones
ni siquiera dos sílabas entrelazadas 
para marcar su historia.


*

Mi disegna la notte 
un ventaglio di immagini 
sparse 
tra il vero e l’ombra 
che mai mi abbandona. 
Al buio scrivo parole 
che la mente illumina 
e guida la mano 
il pensiero del nulla che siamo.

Me dibuja la noche 
un abanico de imágenes 
dispersas 
entre la verdad y la sombra 
que nunca me abandona. 
En la oscuridad escribo palabras 
que la mente ilumina 
y guía la mano 
el pensamiento de la nada que somos.

De: La milionesima notte (Fara Editore, 2023) 

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Carla Malerba nació en África Septentrional y reside en Italia desde 1970. Ha sido profesora de literatura en los Institutos Técnicos de Arezzo, ciudad donde radica actualmente. Ha publicado Luci e ombre (1999), Creatura d’acqua e di foglie (2001), Di terre straniere (2010), Vita di una donna (2015), Poesie future (2020) y La milionesima notte (2023). Su poesía ha merecido distintos reconocimientos. 

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HIRAM BARRIOS (Ciudad de México, 1983). Escritor, traductor y crítico. Es autor de los libros de ensayo El monstruo y otras mariposas (UNAM-Naveluz, 2013) y Las otras vanguardias (UANL, 2016); de los títulos de aforismo Apócrifo (Ajenjo, 2014; 2ª ed., UNAM-Naveluz, 2018) y Artimañas (Lima, Perú: Quarks Ediciones Digitales, 2021); y de los compendios Lapidario. Antología del aforismo mexicano (FOEM, 2015; 2ª ed., 2020); y Aforistas mexicanos actuales (Sevilla, España: Apeadero de Aforistas, 2019). Traductor del italiano. Preparó las antologías de Eros Alesi: Voces paranoicas. Bitácora inédita (Cuadrivio, 2013) y Mamá Morfina. Poesía reunida (Laberinto, 2021). En coordinación con Donato Di Poce, editó los compendios Silenzi scritti. Aforismi. Antologia Bilingüe Italiano-Spagnolo (I Quaderni del Bardo, 2020), y Clandestini / Clandestinos (I Quaderni del Bardo, 2021), ambos publicados en Milán, Italia. Ha escrito prólogos para autores de ambos lados del Atlántico. Preparo la edición crítica Gotas tóxicas. Aforismos y minificciones de Sergio Golwarz (Cuadrivio, 2015; 2ª ed., 2021) y la antología poética Zarrapastra (Mapa de obra) (Guatemala: 400 Elefantes, 2021) de Andrés Cisnegro (pseudónimo de Andrés Cisneros de la Cruz). Incluido en antologías de México, España, Italia y Perú. Algunos de sus escritos se han traducido al inglés, al croata y al italiano. Forma parte de la Redacción de la revista-blog Zona di Disagio, en la que colabora con artículos y traducciones al italiano.

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