POESÍA Le nacimos como un lunar al mundo [Fragmento] || Bun Alonso


COMO UN LUNAR

Aquí no hubo nunca una amplia tierra de plantas, harina, los matices de la lluvia pegando recio en los techos de palma
Nunca eso sino sólo un lote animalario 
de sonidos quietos en las paredes de adobe
En la carretera rechina el polvo de los martillos 
Estancado el día cambia de moraleja cuando la tarde le ensombrece y no calza el sonido con la jauría 
Una agripada llovizna para la paz antigua 
Se tocan los pies como de paso, se palpan unos huesos como pronunciando nombres que ya sabemos 
no se puede plantar el oído en la tierra porque el surco después del navajazo se cierra
Si alcanzamos a escarbar con las uñas la última sonrisa en el horizonte baldío
nos espera el cansancio de unas rodillas hincadas, recién levantadas con un trozo de hoguera como un corazón 
Siempre hay algo corriendo en segundo plano por la autopista que levanta los aúllos 
Sobre la piel se nos peina la resolana 
y es un auge de vida que parece no acabar
Pero cómo no desprendernos de eso cuando ya nos baila de frente la hora en que no cabe nada en la vida 
y una banda en el cielo se difumina en nubes 
Desde mi tejabán cuento las siluetas de los días 
Son bravos estos días los que se reunieron conmigo 
Es un mártir la memoria de este lugar 
sobreviviente entre perros que exhumaron sus ladridos a la tarde 
buscando arrancarles hogares a los árboles 
Estamos dejando de ser habitantes cuanto más nos comemos 
Un día en mi mano desembocó un arroyo al que dejé ir cuando me escondió el silencio 
Y entonces hemos de preguntarnos por qué le nacimos como un lunar al mundo


DESDE ARRIBA NOS MIRARON NACER COMO UN LUNAR

Érase un cielo que sabía el tamaño del aire que iba a surcarlo 
Tomaban cátedras las nubes con soles insospechados
Qué ha sido de la luz cuyo rastro final se volvió fósil 
Por horas un humo de perfecta geometría cubrió las planicies de la tierra
Llevó en su espesura un ave recargada 
Los aleteos no pesaban más que la mano de un niño 
En el origen ya estaba esto:
Dejar correr las aguas en qué sitio tan amoldado de pastura 
Se volvieron reflector en lo negro de las pisadas de los caballos
Ahogaron animales y hombres
para dar por fundado un mito 
donde se hinquen y persignen los segundos hombres por error
pidiendo por el cambio de lo mismo
O también pudo estar:
Lo más certero que hay sobre la tierra
Un insolado diciendo tengo sed la garganta se me vuelve cruenta 
mamá papá no están aquí porque he venido de varios úteros
de varios años atrás donde me volví agua y su marea me desencajó los huesos
donde puse mis manos en cueva en rededor de mi boca para guardar el aire y pasar ahí 
el resto de mi vida
porque no quería volverme agua
y me volví 
Y así anduve por más años en busca de un hermano al que nunca había visto
pero sabía que yo tenía un hermano 
hermano no dejas sentirle su corazón al río 
Quizá te has vuelto piedra
o tal vez no tengas nada qué ver con el río y estás bañándote todavía corpóreo en alguna otra parte
Yo vi nacer a los segundos hombres
El parto no dejó cicatriz en los desiertos


Fotografía de Pexels

BUN ALONSO SALDAÑA (Gómez Palacio, Durango. 1989). Escritor y periodista freelance. Premio Estatal de Periodismo Coahuila 2015 en género Crónica. Cofundador del sitio de periodismo independiente www.heridasabiertas.com. Le nacimos como un lunar al mundo (Colección Pippa Passes, Buenos Aires Poetry, 2022) es su primer libro.

0 Comentarios