TEXTOS CARDINALES Dos poemas de Sylvia Plath


RIVAL

Si la luna sonriese, se te parecería.
Dejas la misma impresión
De algo muy hermoso, pero aniquilador.
Ambos son muy hábiles para tomar luz prestada.
Su boca en O se lamenta por el mundo; la tuya es inconmovible,

Y tu primer don es volverlo todo piedra.
Despierto en un mausoleo; estás aquí,
Martillando con los dedos en la mesa de mármol, buscando cigarrillos,
Malévolo como una mujer, pero no tan nervioso,
Y muriéndote por decir algo incontestable.

La luna también rebaja a sus súbditos,
Pero durante el día es ridícula.
Tus insatisfacciones, por el otro lado,
Llegan por el buzón con amorosa regularidad,
Blancas y vacuas, expansivas como monóxido de carbono.

No hay día que esté a salvo de noticias tuyas,
Atravesando África, quizá, pero pensando en mí.


HORAS TEMPRANAS

Vacía, en mí resuena el menor de los pasos,
Museo sin estatuas, grandioso con pilares, pórticos,
rotundas.
En mi patio una fuente salta y se hunde de nuevo en sí misma,
Monjil y ciega para el mundo. Lirios de mármol
Exhalan su palidez como un aroma.

Me imagino con un gran público,
Madre de una blanca Minerva y varios Apolos de ojos calvos.
En cambio, los muertos me lastiman con atenciones, y
nada puede suceder.
La luna posa una mano en mi frente,
Su cara vacua y muda como una enfermera.

Poemas del libro Poemas de Sylvia Plath (Fundarte, 1981).
Prólogo y traducción de los poemas: Julieta Fombona de Sucre.
Los poemas originalmente aparecen en los libros Ariel (1966) y Crossing the Water (1971).

Fotografía de Internet

SYLVIA PLATH. Poeta americana, Sylvia Plath es conocida principalmente por su obra lírica, aunque también escribiera varios ensayos y relatos. Su poesía se enmarcaría dentro de la llamada «poesía confesional». Su infancia vino marcada por la precocidad en la escritura y por la temprana muerte de su padre. Plath publicó en varias revistas sus primeras obras, aunque sus problemas psicológicos —sufría de trastorno bipolar— la obligaron a pasar tiempo en una institución antes de licenciarse en la universidad. Su talento la hizo merecedora de una beca Fullbright y Plath viajó a varias universidades europeas mientras seguía escribiendo y publicando su poesía. Casada en Inglaterra con el escritor Ted Hughes. Tras una primera temporada en Estados Unidos el matrimonio volvió a Inglaterra, aunque se separaría poco después. De esta época es su poemario El coloso, escrito mientras se formalizaba la separación de su marido. Plath, con problemas de dinero, acabó suicidándose en 1963. A su muerte tuvo que ser Hughes el que se encargara de gestionar el legado literario de Plath. En 1982 recibió, de manera póstuma, el Premio Pulitzer por la antología Poemas completos. De entre la obra de Plath habría que destacar Ariel, Cruzando el agua y sus antologías. En prosa habría que señalar La campana de cristal y Los diarios de Sylvia Plath.


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