Iván
Cruz Osorio (1980) es un poeta y editor mexicano. Acaba de reeditar
su poemario Tiempo
de Guernica,
considerado por muchos un parteaguas en cuanto a la poesía social se
refiere. Forma parte de MalpaísEdiciones, junto a Gabriela Astorga, Benjamín Morales, Santiago
Solís y Santiago Robles. La semana pasada recibieron el primer
premio Caballo Verde a la Edición de Poesía 2017. A continuación
recogemos una entrevista que amablemente nos facilitó Iván Cruz, a
propósito sobre todo del Archivo
Negro de la Poesía Mexicana,
que ya prepara su segunda serie.
IGNACIO BALLESTER PARDO (IBP): ¿Cómo
surge la idea del Archivo Negro de la Poesía Mexicana?
IVÁN CRUZ OSORIO (ICO): Fue un largo proceso, el cual inició
en 2005, cuando era estudiante en la Facultad de Filosofía y Letras
de la UNAM. Los autores que leía en antologías como Poesía en
movimiento, desde mi punto de vista, eran una parte de la
historia, pero no la historia completa de nuestra poesía. De tal
forma, fui ubicando, en bibliotecas y librerías de segunda mano, a
autores como Aurora Reyes, Miguel Guardia, Ramón Martínez Ocaranza,
Carlos Isla, Jaime Reyes, Carlos Gutiérrez Cruz. Descubrí en ellos
voces poderosísimas, que de manera arbitraría se suprimían de
antologías, y no entendía por qué no se reeditaban sus libros.
Ante esto, en la revista Viento en vela, que entre 2005 y 2010
elaborábamos casi el mismo equipo que ahora hace posible Malpaís
ediciones, publique poemas de estos autores. Desde luego, sentía que
no era suficiente, los años pasaban y nadie retomaba estas voces. En
2011, ya con la fundación de Malpaís ediciones, pensé en realizar
un volumen que se titulara: El libro negro de la poesía mexicana,
una antología de poemas de estos poetas poco conocidos u olvidados.
Peloteando ideas sobre este plan junto al resto de los editores de
Malpaís: Gabriela Astorga, Benjamín Morales, Santiago Solís y
Santiago Robles, resolvimos no publicar una antología, sino un libro
de cada uno de estos poetas. De tal forma, concluimos en bautizar
este proyecto como la colección Archivo Negro de la Poesía
Mexicana. Para este proyecto era imprescindible contar con la ayuda
del Doctor Israel Ramírez Cruz y el recién formado Seminario de
Investigación en Poesía Mexicana Contemporánea. En diversas
reuniones con Israel pudimos conformar una lista de más de cuarenta
nombres de poetas que tenían al menos un libro relevante, notable
por su tono, experimentación o rigor estético. De estas reuniones
se desprendió la cooperativa de trabajo que realizaríamos, el
seminario, por su parte, escribiría los prólogos de cada uno de
estos libros.
Con
el proyecto definido, el siguiente paso era conseguir el permiso de
los herederos o autores de la obra para publicarlos, así como los
fondos para concretarlo. Los permisos tras largas semanas de
investigación, a la manera de cierto Sherlock Holmes, los pudimos
conseguir. Entonces aplicamos a la convocatoria del Programa de
Fomento y Coinversiones Culturales 2013, del Fondo Nacional para la
Cultura y las Artes, apoyo que nos fue otorgado para publicar diez
títulos. El arduo trabajo inició desde la captura de los textos
originales y se extendió durante un año, hasta que a principios de
2015 salieron a la luz.
-IBP:
¿Qué problemas se han
encontrado a la hora de editar obras marginales, desubicadas o de
difícil distribución en su día?
-ICO:
Las dificultades se pueden resumir en dos. La primera consiste en que
basamos la reedición de estas obras en su primera (y, casi en todos
los casos, única) edición, pero desconocemos si existen erratas u
omisiones en ésta, dado que es la única edición existente y no hay
forma de cotejar. La segunda involucra a la crítica “especializada”,
hablo de ciertos académicos de edad avanzada y aquellos que desde la
palestra de publicaciones periódicas de prestigio, creen cerrado el
canon poético mexicano y lo piensan como un castillo de naipes que a
toda costa hay que defender con el mutismo y el ninguneo.
Afortunadamente existe una crítica joven desde la academia, y desde
autores y estudiantes emergentes, quienes al menos dudan que exista
el canon como ese ente cerrado y exclusivo.
-IBP:
No le voy a preguntar por el
canon o por qué las obras que conforman el ANPM fueron precisamente
eso, negras, por su peculiaridad, complejidad y malas prácticas
críticas y editoriales (malas prácticas, por cierto, muy bien
resueltas ahora), sino qué independencia existe en lo que se edita y
cómo se publica. ¿Cuáles son las ventajas de trabajar el margen o
al margen?
-IOC:
La ventaja consiste en que es un terreno inexplorado tanto para la
crítica como para la nueva forma de editar, en este caso la forma de
Malpaís ediciones que se ocupa en igual medida del aspecto visual
como del cuidado de los textos. Tomamos a este grupo de autores que
admiramos y respetamos, hicimos ediciones con ilustradores que
ciñéndose a la intención del texto elaboraron un eje visual
atractivo al lector contemporáneo. Cada obra tiene un eje visual
propio y por ende una personalidad propia. Asimismo la perspectiva
crítica del Seminario, que sirve de prólogo a los libros, dio a
cada volumen luz sobre el contexto en que los autores concibieron su
escritura, así como el ambiente social y artístico.
Y,
en efecto, no creemos que Malpaís trabaje “al margen”,
concebimos nuestra labor como una labor independiente de líneas
editoriales ajenas o líneas de política cultural o de mafias
literarias que buscan un beneficio al publicar a tal o cual autor que
a su vez los publicara en otros lares u otorgará otro tipo de
dádivas.
Todos
los libros que hemos publicado nos gustan, nos seducen y como
editores nos creímos capaces de cooperar con nuestra creatividad
para engendrar ese ser llamado libro. Creemos fervientemente en
nuestra forma de hacer libros y en eso el equipo conformado
actualmente por Gabriela Astorga, Benjamín Morales, Santiago Solís
y yo, tenemos claro el tipo de trabajo artístico editorial que
hacemos, porque concebimos este oficio como una extensión o
complemento del trabajo artístico de los escritores. Editar es crear
un ente llamado libro, un ser vivo que será capaz de significarle
algo al lector a partir de su aspecto, su color, su volumen, su
textura, su eje visual y sus palabras. En este sentido sentimos una
total independencia y no hacemos concesiones. Seguimos una máxima de
Ulises Carrión: “El libro no es un estuche de palabras, un saco de
palabras, un soporte de palabras”. Para nosotros, el libro es un
ente vivo conformado de distintas visiones: la del escritor, el
artista visual, el diseñador, el editor e incluso el impresor. Es
una obra hecha en conjunto y de manera horizontal.
-IBP:
Siempre se habla del compromiso
en la poesía, aludiendo a poetas, pero ¿qué papel tiene la
editorial para trabajar lo social?
-ICO:
Creo que toda empresa cultural independiente tiene la obligación de
asumir una postura, sobre todo en el contexto de violencia e
impunidad generalizada que vive nuestro país. No hacerlo implica una
gran ingenuidad o una gran indolencia, lo que sólo le hace el juego
al poder, ese poder corrompido. Desde nuestro nombre asumimos una
postura. Malpaís quiere apuntar todo el tiempo que no estamos en un
buen país. Que se vive una crisis de derechos humanos, de impunidad,
de corrupción, de violencia, y que todos los niveles de gobierno son
coparticipes de esto junto al crimen organizado.
En
Malpaís hemos publicado volúmenes de poesía política y social
como el caso de Sangre Roja de Carlos Gutiérrez Cruz, La
oración del ogro de Jaime Reyes, Morada del colibrí de
Roberto López Moreno, El retorno y otros poemas de Miguel
Guardia, los cuales forman parte del Archivo Negro. Asimismo un libro
insigne de nuestro sello que se titula: De precisos, espurios y
parias: 200 años del presidencialismo en México, un volumen de
gráfica y sátira, donde reunimos ilustraciones satíricas de todos
los presidentes de México que se acompañan con textos realizados
por historiadores. Queríamos hacer un libro que reflejara quiénes
son los precisos: los presidentes; los espurios: aquellos que
arrebatan el poder; y los parias, ¿quiénes son los parias?, los
pobres del mundo, como diría la Internacional, el pueblo, quien
también ha funcionado como comparsa del poder. En este sentido era
emblemático sacar este libro. Con la editorial buscamos dejar de ser
ciudadanos pasivos y convertirnos en ciudadanos activos. Para esto,
convocamos a ilustradores e historiadores, en total lo hicimos 15
personas, por eso la tapa no tiene autor. Lo realizó un colectivo
harto de los vicios de la política vertical en México. Apostamos a
crear en cada libro una trinchera emotiva, reflexiva, autocrítica de
lo que somos como ciudadanos, como individuos.
También
hemos publicado ensayo político como en el caso de México, país
dividido del economista y académico de la UNAM, Eliezer Morales
Aragón, quien hace una puntual disección de los vicios en el poder
que han desencadenado la crisis de gobernabilidad, corrupción y
violencia que experimenta México.
La editorial hace donaciones a pequeñas bibliotecas en lugares lejanos, marginados, a municipios autónomos y también se realizan talleres para fomentar la lectura, talleres de edición y poesía. También hemos articulado una red con asociaciones civiles en busca de cooperar con grupos vulnerables y la brigada de búsqueda de desaparecidos. Existe una labor social y una sensibilidad sobre lo que ocurre en nuestro país en cada miembro de esta editorial, todos hacemos labores de crítica desde la pluma hasta la ilustración en medios impresos, portales en internet, radio, marchas y comunidades.
Nuestro nombre: Malpaís-ediciones, también es un juego de palabras. Hacemos sediciones.
La editorial hace donaciones a pequeñas bibliotecas en lugares lejanos, marginados, a municipios autónomos y también se realizan talleres para fomentar la lectura, talleres de edición y poesía. También hemos articulado una red con asociaciones civiles en busca de cooperar con grupos vulnerables y la brigada de búsqueda de desaparecidos. Existe una labor social y una sensibilidad sobre lo que ocurre en nuestro país en cada miembro de esta editorial, todos hacemos labores de crítica desde la pluma hasta la ilustración en medios impresos, portales en internet, radio, marchas y comunidades.
Nuestro nombre: Malpaís-ediciones, también es un juego de palabras. Hacemos sediciones.
-IBP:
Ya preparan la Segunda serie
del Archivo Negro, con poetas como Alaíde Foppa o Jesús Arellano.
¿Qué nos puede contar del trabajo que justo ahora está en proceso?
¿Por qué han decidido continuar con este proyecto?
-IOC:
En este momento todavía estamos en proceso de la captura de los
libros, nuevamente se trata de 10 títulos, la relación de autores
es la siguiente:
1. Salvador
Gallardo Dávalos (1893-1981) — El pentagrama eléctrico
2. Aurora
Reyes (1908-1985) — Espiral en retorno
3. Concha
Urquiza (1910-1945) — El corazón preso
4. Alaíde
Foppa (1914-¿1980?) — Las palabras y el tiempo
5. Margarita
Paz Paredes (1922-1980) — Memorias de hospital
6. Jesús
Arellano (1923-1979) — El canto del gallo. Poelectrones
7. Juan
Bautista Villaseca (1932-1969) — Variaciones de invierno
8. Juan
Martínez (1933-2007) — En el valle sagrado
9. Carlos
Eduardo Turón (1935-1992) — La libertad tiene otro nombre
10. Kalu
Tatyisavi (1960) — Huellas del nagual
La
continuidad del proyecto radica en que existe una lista de cuarenta
autores que consideramos valiosos y que han influenciado a diversos
poetas de varias generaciones y que continúan sin ser reeditados. En
esta segunda serie hay un poeta Ñuu Savi (Mixteco), Kalu Tyisavi, y
sus poemas aparecerán en los dos idiomas, tanto la lengua mixteca
como el castellano. Es un maravillo escritor, que no es leído y se
encuentra a la altura de cualquier autor relevante nacido en la
segunda mitad del siglo XX. Todo esto en la idea de manifestar que no
hay poesía mexicana sin lenguas originarias.
Evidentemente
esta es una labor que no pensamos realizar para siempre, es una
encomienda que quizá podamos continuar en una tercera serie y ahí
concluir. Al menos en este formato, en esta colección. Creo que ya
hemos dejado una marca con el Archivo Negro y un interés de
investigación, y una puntilla de descredito a lo que se denomina
“canon” de la poesía mexicana y su verticalidad, asimismo hemos
dejado la espinita de que la literatura debe leerse de manera
horizontal, de otra manera leemos de forma arbitraria y bajo los ojos
siempre sesgados de los antologadores y críticos.
IGNACIO BALLESTER PARDO (Villena, Alicante, 1990) cursa el Doctorado en
Filosofía y Letras con la tesis «La dimensión cívica en la poesía
mexicana desde 1960. Herencia, tradición y renovación en la obra de
Vicente Quirarte», dirigida por la catedrática de Literatura
Hispanoamericana Carmen Alemany Bay, gracias a un contrato
predoctoral de la Universidad de Alicante. En Facebook
(https://www.facebook.com/ballpaEstrdo),
Twitter (https://twitter.com/ballpa)
y Blogger (http://poesiamexicanacontemporanea.blogspot.mx/)
comparte su trabajo.
0 Comentarios
Recordamos a nuestros lectores que todo mensaje de crítica, opinión o cuestionamiento sobre notas publicadas en la revista, debe estar firmado e identificado con su nombre completo, correo electrónico o enlace a redes sociales. NO PERMITIMOS MENSAJES ANÓNIMOS. ¡Queremos saber quién eres! Todos los comentarios se moderan y luego se publican. Gracias.