Agradezco a Óscar Bonilla la invitación a comentar Norte Folk. Generalmente, mi conversación se centra en la poesía, pero hoy me siento agradecida por la oportunidad de compartir con ustedes algunas reflexiones sobre este libro. Comentaré solo algunos textos para hacer esta travesía más amena.
El primer cuento lleva como título “Kobold”. Al leerlo, no pude evitar recordar mi primera llegada a Torreón. Soy originaria de Colima, la tierra de las palmeras, las lluvias y los ciclones, pero también de un volcán que, aunque está más cerca de Jalisco, lleva el nombre de Colima. De eso ya han pasado más de veinte años. El escenario: Lucía llega con su hijo a una ciudad que podría ser Torreón, aunque el libro, con su ambigüedad, no la sitúa de manera precisa. Así, podríamos referirnos a ella, como en otros textos, a La Laguna. El narrador, el niño, comenta: “Cuando el avión estaba por aterrizar, me asomé por la ventana y lo que vi me estremeció mucho: desierto, puro desierto, y casas salpicadas por aquí y por allá, en medio de una gran paleta de color tierra. Ningún árbol”. ¿Alguno de ustedes se ha sentido así al llegar a un lugar desconocido? Ese choque entre lo familiar y lo extraño, esa sensación de aterrizar en un mundo nuevo, que descoloca. Más adelante aparece el hombre pequeño, acompañado de su acordeón y sus palabras profundas. Llegó desde Alemania en busca de fortuna, pero que, por razones que nunca se explican del todo, tuvo que quedarse. ¿Qué revela este relato sobre las decisiones que definen nuestro camino y los destinos que nos esperan? Tal vez sea una muestra de cómo la vida, con su misterio y su azar, nos conduce hacia lugares que jamás habríamos previsto (creo que este fue mi caso).
El cuento también aborda la violencia al interior del hogar —si es que aún puede considerarse un hogar— con el niño como testigo de todo. En la trama, la aridez del desierto y la dureza de la vida parecen impregnar a los personajes, como si la naturaleza misma les transmitiera su rigor. La relación entre los individuos se desintegra de manera similar al paisaje que los rodea: un desierto vasto e inhóspito, donde todo parece seco y fragmentado. La violencia, tanto física como emocional, no solo refleja la tensión interna de la familia, sino que también parece estar vinculada al entorno, un lugar donde la escasez y la hostilidad del paisaje provocan que las relaciones se marchiten y se rompan como las tierras áridas. Así, el desierto no es solo un contexto, sino un protagonista más, cuyo clima y severidad intensifican y agravan las dificultades emocionales y sociales de los personajes.
Pasemos ahora a otro cuento: “Vampiro”. Este es un vampiro sin colmillos que busca sobrevivir, pero para mí es un vampiro triste. Su existencia, si es que se le puede llamar existencia, transcurre en la melancolía, entre el duelo y la necesidad de encontrar una nueva fuente de sangre. Y vuelvo a las preguntas: ¿Qué nos hace realmente humanos? ¿Es nuestra capacidad de sufrir lo que nos define, o acaso es nuestra eterna búsqueda de conexión? Este cuento no solo reflexiona sobre el tiempo y lo perdido, sino sobre cómo nos aferramos a lo que sabemos que no podemos conservar. Es un relato doloroso, que habla de esa necesidad de encontrarnos con lo que nos falta. El vampiro, incapaz de obtener lo que necesita, se enfrenta a una decadencia inevitable, a un ciclo constante de insatisfacción. Incluso tiene que recurrir a beber la sangre de mujeres menstruantes, en donde evoca una y otra vez la presencia de Mina, su verdadero amor. El narrador lo deja en claro: “El apego, incluso entre inmortales, es la causa última del dolor”.
El vampiro que aparece a lo largo de este cuento es un ser agotado y desencantado, que revela una visión cruda de la vida humana, en la que incluso los seres sobrenaturales deben resignarse a lo que queda. Como se expresa en el relato: “Ella no tenía la regla; pero había pasado tanto tiempo con hambre, que no importaba; le bastaba esto, era suficiente”. Hay otro momento en el cuento que nos sorprende y nos sumerge una vez más en un estado melancólico, desolador y triste. Leamos esta frase: “después del orgasmo siempre llega la tristeza”. La palabra “melancolía” aparece de manera recurrente en el libro, y los personajes parecen estar marcados por ella. En la obra de Carson McCullers, esta melancolía se entrelaza con un alma nostálgica y la constante búsqueda de identidad, algo que también se refleja en Norte Folk de Óscar Bonilla, donde la tristeza ya existencial se encuentra con la reflexión sobre las raíces, el desarraigo y la inevitable pérdida. Menciono a McCullers porque sé que Óscar tiene una relación muy estrecha con su literatura.
Otro cuento que recomiendo es Huli Jing. En él, la adolescencia se presenta en todo su esplendor, con toda la intensidad emocional y las inseguridades propias de esa etapa. ¿Cuántos de ustedes, en ese momento de la vida, hicieron cosas impulsivas para llamar la atención de alguien? Este joven está dispuesto a renunciar a tres meses con su Play Station por conocer a una chica, y esos tres meses se transforman en una decisión irreversible. Veamos: “A la mañana siguiente llevé la consola a casa de mi amigo y, no sin algo de tristeza, me despedí de ella; pero tenía el consuelo de que aquella pérdida, aunque excesiva (tres meses era prácticamente todo el verano), me garantizaba la oportunidad de conocer a su prima”. ¿Qué implica el sacrificio en la juventud, cuando se trata de esa etapa inicial en la que todo parece ser tan intenso y urgente? ¿O, tal vez, ese sacrificio refleja una búsqueda inconsciente de identidad y pertenencia, un intento de dejar atrás lo que éramos para abrazar lo que podríamos llegar a ser? En esa juventud temprana, el sacrificio no solo se ve como una acción impulsiva, sino como una puerta que se cierra hacia una etapa conocida, a veces irremediable.
Y para finalizar, “Kappa”. Este cuento presenta una violencia aterradora, no solo en su forma física, sino también en la violencia simbólica que destruye desde el interior. Kappa aparece en la comarca, y los primeros días la gente se reúne en la plaza, donde es atado por los lugareños. ¿Por qué? Porque es un ser extraño: su cuerpo es una mezcla entre tortuga y niño, con pico de ave, pero lo que más destaca de su anatomía es el hueco en su cabeza, donde lleva agua que se esfuerza por no derramar. Aquí también surgen muchas preguntas: ¿Qué revela la violencia que se desata contra lo extraño y lo diferente? ¿Qué nos enseña la figura de Kappa sobre nuestra inclinación a rechazar lo que no se ajusta a nuestras expectativas? ¿Cómo afecta el miedo a lo desconocido nuestra capacidad de empatizar o comprender aquello que escapa a lo común?
A lo largo de la historia, las ejecuciones públicas han sido utilizadas como un medio de control social y un acto simbólico de poder. Así, Kappa nos transporta al pasado, recordándonos cómo, en diferentes épocas, estos actos en las plazas servían para reafirmar la autoridad y la dominación. La cabeza de Kappa tiene un hueco en el que lleva agua, esforzándose por no derramarla. Al reflexionar sobre esto, creo que Kappa se contiene frente a las agresiones, como si cuidara esa agua. De alguna manera, el esfuerzo por no derramarla representa el intento por controlar lo que está fuera de su alcance.
En conclusión, Norte Folk se presenta como una colección de relatos que fusionan la realidad y la fantasía, y explora la complejidad de la condición humana. A través de cada cuento, Óscar Bonilla nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de las relaciones, el desarraigo y la constante lucha por encontrar un lugar en el mundo. Los sacrificios de la juventud, las relaciones rotas y la violencia hacia lo diferente, como se observa en Kappa, funcionan como espejos de nuestras propias luchas internas. El autor nos muestra que, al igual que sus personajes, todos estamos inmersos en un proceso continuo de construcción y destrucción, donde la búsqueda de conexión y comprensión se enfrenta a las limitaciones de nuestra propia naturaleza.
Bonilla, Óscar. Norte folk. Narrativa 2023. Ediciones ICED, 2023.
72 páginas
Texto leído durante la presentación del libro, celebrada el jueves 21 de noviembre, a las 7:00 p. m., en el Teatro Jorge Méndez del Centro Cultural R. Mijares.
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