RUIDOS DIVERSOS Pere Sousa: entre la creación y la difusión | Ferran Destemple


Habitamos unos tiempos en que la apropiación campa a sus anchas, en que Duchamp aparece en cada rincón de la ciudad, donde el Ready-made es parte del aire que respiramos. En estos tiempos confusos cada uno adopta el papel necesario para sobrevivir al exceso de estímulos. Pere Sousa adopta una postura Merz ante todo aquello que huele a poesía o arte. Merz es como la salsa que acompaña a todos los platos. Merz a la hora de crear. Merz a la hora de difundir. Una vida totalmente Merz.
Después de tomarnos un café le interpelo sobre sobre el artista alemán: Desde que comenzaste con la publicación “598” allá por el año 2002, Kurt Schwitters y Merz han sido parte importante de tus obsesiones ¿A qué es debido esa obsesión? ¿Te identificas con él y con su trabajo?

“En 1993 hice una convocatoria de Arte Postal en homenaje a Kurt Schwitters, que se exhibió a en 1994. Schwitters es conocido en el mundo del mail art, porque aparte de sus collages Merz, editó una serie de postales con su retrato costumizado que enviaba a sus colegas; pero sobre todo por la utilización de sellos de goma de diversas instituciones, tanto encontrados o prestados, que aplicaba en sus dibujos haciendo trazos o presionándolos de diversas formas sobre el papel. Se pueden ver algunos ejemplos de Postales, sellos de goma y sellos de correos antes del mail art en este link. Siempre me ha interesado mucho su trabajo artístico. Otros tocaron el collage o la poesía fonética, pero él le sacó el máximo jugo a ambas cosas. Nadie hizo tantos collages como él, ni nadie le sacó tanto partido a la poesía fonética”.

Una gran parte de tu trabajo se ha centrado en la difusión de unas ciertas ideas artísticas: teoría sobre mail art, performance, exposiciones, arte sonoro, y también su recreación mediante conciertos y publicaciones fascímiles. En cierto modo has preferido difundir de una manera creativa a crear, en el sentido que le adjudica la modernidad, en el sentido de “originalidad”.

“Crear es quizá una palabra que suena muy potente, nunca me he considerado un artista, tampoco tengo formación de artista, a pesar de estudiar cuatro años escultura y dos años  Bellas Artes. Me interesan muchas cosas relacionadas con el mundo del arte y la literatura e investigo continuamente. Me gusta compartir aquellas cosas que me emocionan o interesan. Cuando leí el libro de Water Benjamin “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”, me quedé aparentemente con el título, pero la fotocopiadora y el corta y pega se convirtieron en mis aliados. La originalidad y la copia son elementos secundarios, lo que me importa es que “la cosa” esté ahí”.


¿Has unido estos dos términos, crear y difundir, para difundir, pero de un modo creativo? Dicho de otra manera, ¿la actividad de difusión se ha convertido también en una actividad artística?

Se puede difundir de una forma muy cutre o con facsímiles perfectos. Yo he optado por utilizar las herramientas que más conozco y que no encarecen el artefacto final, la fotocopiadora, los sellos de goma manuales, el collage, etc. Cuando hago una edición facsímile de una publicación Dada, el primer elemento es traducir los textos, encajarlos en las páginas de una forma lo más parecida posible al original, cuidando la tipografía y la encuadernación. Cuando publiqué cuatro revistas del futurismo ruso, eran casi menos cutres que los originales, grapados con hierro y cosidos con hilo en mi edición. La litografía fue sustituida por la fotocopia, los textos a mano en Zaum escritos a pluma con tinta azul, el papel de oro era de chocolate y las figuras fueron pintados con acuarela.


Observo (acabado ya el néctar y la madalena proustiana que nos abre la puerta al recuerdo) que la copia, aquello que deriva de un original, es para los autores contemporáneos su líquido amniótico, una parte quintaesencial de su manera de ver la realidad. La realidad, si es que es posible contemplarla, debe ser como una infinita sucesión de fotocopias, que cambia según la copia que elijas, pero que en el fondo son todas iguales. Sousa utiliza el fascímile para difundir, los poemas encontrados para crear, y lo que se ha llamado nombre múltiple o múltiplo para buscar en los archivos de la historia. Su último descubrimiento, Höxter John, un fotógrafo suizo que inmortalizó a muchos de los protagonistas de la escena Dada y del que pocos teníamos noticia. El poeta siguió el rastro del fotógrafo, hasta conseguir todo una serie de fotografías hasta ahora inéditas que ha plasmado en su reciente libro “Historia ilustrada de DADA”, editado por L.U.P.I. y que está presentado en un gira por toda la península ibérica. En este libro se recopilan las fotografías del suizo Höxter John junto a unos textos de la Factoría Merz Mail que ayudan a situarlas en su contexto adecuado.
            La identidad es un tema que está en el candelero de la actualidad, en las noticias, en todas las conversaciones. La identidad nos preocupa porque creemos que nos describe. Todos nosotros necesitamos de una identidad para sentirnos seguros, para reafirmarnos. Una identidad sexual, una identidad racial, una identidad nacional, económica, social… Sin embargo, ha habido, hay y seguramente habrá artistas que han sentido que debían cuestionarla para poder construir otras personalidades ajenas a uno mismo, para alejarse de ese yo omnipresente que nos absorbe. No entraré en el tema porque es largo y un tanto confuso, pero sí diré que algo tuvo que ver el poeta del que tratamos en el ascenso y caída de Luther Blisset y en la divulgación del concepto de nombre múltiple. ¿Quizá Höxter John también tenga algo que decir al respecto?


Volviendo al encuentro explicaré como después de que cerraran la cafetería y tuviéramos que abandonarla, Pere me invitó a su casa donde me mostró los originales del fotógrafo suizo y la caja que los contenía. La caja era una vulgar caja de galletas decorada con grandes rosas y angelicales querubines de los años cincuenta, un tanto oxidada por el tiempo y la desidia. En el reverso de la caja se leía claramente el fabricante “Peek Freans, Bermondsey, London”. En su interior se veían las fotografías bien conservadas, algunas agrupadas con un cordel. En el reverso de algunas, bien visible aún, el sello del fotógrafo estampado. Me explicó también que encontró la caja por casualidad en “Els encants”, el mercado de pulgas de Barcelona, aunque según sus palabras “el que busca encuentra”. También me explicó que aquella caja llegó al mercado entre los restos de las cosas del pintor catalán Albert Ràfols-Casamada y de su mujer, la también pintora María Girona, cuyo legado fue a parar al mercado por la negligencia de instituciones y familiares.
            Para finalizar este artículo que repasa la diversa trayectoria de este poeta, rapsoda, editor, recreador y divulgador, además de recomendar encarecidamente visitar su web donde encontraréis gran parte del material del que aquí he hablado, enumeraré brevemente las publicaciones que ha hecho en Merz Mail recuperando textos de autores de las vanguardias históricas:

*Un par de cuentos inéditos en castellano de Kurtz Schwitters que ha traducido del alemán: “El espantapájaros”. Colaboración de Schwitters con Käte Steinitz y Theo van Doensburg, del que también hicieron una edición en catalán y el cuento “Pedro Gallo”.
*Una edición facsímile en alemán de los libros de Kurt Schwitters: “Anna Blume” y “Memorien Anna Blumes in Bleie”.
*Una postal edición facsímile del cartel “A Anna Blume” con el poema traducido al castellano y al catalán con el tipo de letra original.
*Una edición facsímile del número 24 de la revista Merz, que incluye la “Ursonate” de Kurt Schwitters y el disco de la “Ursonate” coeditado por O.I.L/Merz mail/Public Art, que recoge una interpretación de la pieza a varias voces.
*Un minidisco que recoge diversas versiones del poema “A Anna Blume” de Schwitters, mezclando diversas fuentes sonoras.
*El CD “Poesía Fonética” acompañado de un librito con los textos de los poemas de Salvat Papasseit, Jacob Sureda, Enric Crous, J.V. Foix, J.M. Junoy, Francisco Vighi, Joan Folguera y Xavier Bóveda, interpretados por Pere Sousa.

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FERRAN DESTEMPLE. Es un amante confeso de la cultura basura (el último refugio de la modernidad y de lo sublime) y únicamente se siente cómodo cuando pasa totalmente desapercibido. Le gustan los martes, por ser el día de la semana más anodino, y disfruta de un silencio que solo puede conseguir mediante el ruido más absoluto. Sus actividades gravitan alrededor de una poesía que, si debemos denominarla de alguna manera llamaremos expandida, pues se acerca a lo conceptual y a la acción pero también a una tradición escrita próxima al hermetismo. Educado en la filología y en el arte contemporáneo intenta olvidar todo lo aprendido, cosa que no consigue con facilidad, pero en la que se aplica con afán. Detesta el sentimentalismo y la ñoñería y no cree en el arte con mayúsculas.

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